Inmigrantes go home!
Las deportaciones se han convertido en uno de los temas más polémicos de Obama. ¿Es más duro con ellos que Bush como dice The New York Times?
Este sábado 5 de abril se celebró en varias ciudades de Estados Unidos el Día Nacional contra las Deportaciones. Cientos de inmigrantes de diversas procedencias –organizados por la Red Nacional de Jornaleros– reclamaron al presidente Barack Obama que termine con las deportaciones (casi 2 millones desde que inició su gestión) y que más bien legalice a los 11 millones de indocumentados que viven en ese país. "Dos millones son demasiados", "Ni una deportación más", "Mantengan a las familias juntas", "Sí a la legalización" fueron los principales lemas de sus pancartas.
Organizaciones como El Centro del Inmigrante, el Proyecto Justicia Laboral y la Coalición Primero de Mayo pidieron a Obama que utilice sus poderes ejecutivos para detener todas las deportaciones hasta que demócratas y republicanos logren un acuerdo para aprobar la reforma migratoria.
Ésta, una de las principales promesas de Obama antes de llegar a la presidencia, sigue estancada en la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, pese a que el Senado logró aprobar un proyecto de ley de carácter bipartidista en junio del año pasado. Los conservadores se niegan, sin embargo, a someter a voto la propuesta y muchos temen que de no hacerlo antes del receso de verano su posible aprobación quede relegada a un segundo plano con la llegada de los comicios legislativos de noviembre y las primarias presidenciales del próximo año.
¿Sí, pero no?
Como se recuerda, desde su campaña electoral en el 2008, Obama ha manifestado su compromiso de ayudar a los inmigrantes, sin embargo su primera administración avanzó poco en cuanto a una reforma de inmigración. De hecho, durante su campaña para su segundo mandato, algunos medios estadounidenses lo mostraron como un gobernante que quería seguir luchando a favor de que inmigrantes indocumentados logren quedarse legalmente en Estados Unidos. En tanto que su contendor republicano aparecía como un deportador en potencia (aunque en su momento Mitt Romney llegó a decir que facilitaría el ingreso a profesionales y trabajadores con destrezas técnicas y que sólo deportaría a quienes representaran una amenaza de seguridad para ese país).
Un análisis del Centro de Investigación Pew reveló que la mitad de los indocumentados deportados en el 2013 tenían antecedentes criminales, aunque en casi la mitad de éstos las faltas eran menores, como infracciones de tránsito.
Esta semana el diario estadounidense The New York Times publicó una investigación en la que con datos oficiales muestra que la actual administración endureció sus políticas migratorias, aunque su discurso decía otra cosa. Esto frente a las alocuciones en las que el presidente ha ofrecido aliviar la presión contra los migrantes. Es más, el famoso diario aseguró –basándose en los datos oficiales– que Obama ha sido peor con los inmigrantes que George W. Bush. Y subraya que durante el gobierno obamista las deportaciones han tenido un crecimiento récord.
Los datos obtenidos por el diario bajo una solicitud al amparo de Ley de Libertad a la Información, evidenciarían un marcado contraste entre el gobierno de Obama y el de Bush en este frente. Así, se desprende que las deportaciones de indocumentados pasaron de 43 mil durante los cinco años del gobierno de Bush a 193 mil bajo Obama. En tanto, las deportaciones de inmigrantes que reingresaron de manera ilegal a ese país se triplicaron bajo esta administración, alcanzando hasta 188 mil.
Éstos son, aquí están
¿Quiénes están siendo deportados por las autoridades de inmigración? Los datos de la Corte Federal de Estados Unidos, que cubren más de 3.2 millones de deportaciones en cerca de 10 años, proporcionan detalles no tan novedosos: la mayoría de los deportados fueron mexicanos menores de 35 años.
Si bien el mandatario estadounidense ha afirmado que se deporta a “criminales, pandilleros y personas que perjudican a la comunidad", The New York Times (NYT) puntualiza que dos tercios de los deportados son personas que habían cometido infracciones menores, incluidas violaciones de tráfico, o sin antecedentes penales.
El 20% (394,000 aproximadamente) se trató de personas condenadas por delitos graves, incluidos los delitos relacionados con drogas.
"El presidente Obama debe dar la cara y darnos una respuesta digna, respetuosa y clara a la comunidad latina que lo llevó a la presidencia. Han pasado seis años y merecemos una respuesta", afirmó Adelina Nicholls, de la Alianza Latina de Georgia Pro Derechos Humanos, a EFE.
¿Y Bush?
El diario recuerda que las deportaciones aumentaron considerablemente en los últimos años de la administración de George W. Bush. “
Al no haber podido ganar una reforma integral, en parte porque los opositores argumentaron que no se había avanzado lo suficiente en seguridad de las fronteras, la administración emprendió una ofensiva contra los migrantes. Se intensificaron las incursiones de tipo militar en fábricas y granjas, y se ha concedido a la policía local la autoridad para verificar el estatus migratorio de los extranjeros que sospechaban de estan en el país ilegalmente. Las deportaciones alcanzaron 380,000 en 2008”, dice NYT.
Los peruanos lo recordamos. Durante el 2007 y 2008, 2,351 connacionales fueron expulsados de Estados Unidos pese a que muchos de ellos habían seguido estudios.
Durante el 2002, el número de deportaciones era de 165,000. El último año de la administración de Bush, en el 2008, la cifra llegó a 380,000.
Dream act
Antes de llegar al poder, Obama prometió que llevaría a cabo un plan de reforma migratoria para asegurarse de que inmigrantes indocumentados permanecieran en el país, el cual fue denominado Dream Act. Cuatro años después no pasó nada. Sin embargo, para la reelección volvió a buscar el voto inmigrante y anunció un plan que permitiría trabajar y estudiar legalmente en el país a jóvenes inmigrantes indocumentados.
"La reforma migratoria es la ley más importante que quiero ver aprobada este próximo año", aseguró Obama en diciembre pasado.
No obstante los buenos deseos -si le damos el voto de confianza al gobernante- los extranjeros en la tierra del tío Sam están temerosos e inconformes, por un lado, e indignados por el otro, pues se sienten manipulados electoralmente. Aunque, claro, no pocos indocumentados que realmente han cometido delitos querrán subirse al coche. Lo cierto es que las comparaciones con Bush continuarán y Obama 'perderá' en ellas, más aún si la aprobación de la reforma migratoria sigue dilatándose en la Cámara de Representantes.
Por lo pronto, muchos peruanos quieren seguir escuchando desde lejos la canción de Pedro Suárez, 'Cuando pienses en volver'.
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Editor en La Mula. Antropólogo, periodista, melómano, viajero, culturoso, lector, curioso ... @tinkueditores
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