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foto: copypasteilustrado.wordpress.com

Periodismo en la Luna

¿Cómo interpretamos el "exilio sexual" del poeta y artista Jorge Eduardo Eielson? El Comercio ensaya una respuesta, pero hay más.

Publicado: 2014-04-09

Si se tiene la oportunidad de escribir en un medio de comunicación masivo, se supone que debe existir un cuidado mínimo en dos aspectos fundamentales: primero, no difundir información errónea; y segundo, no tergiversar la información. 

En teoría, eso es lo que espera cualquier lector sensato. ¿No? Sin embargo, en esta oportunidad, Martha Meier Miró Quesada, del diario El Comercio, estaría defraudando esta natural expectativa con su columna Un limeño en la Luna, escrita con motivo de celebrarse el próximo 13 de abril el nonágesimo aniversario del nacimiento de Jorge Eduardo Eielson, uno de nuestros creadores contemporáneos más sobresalientes tanto en las letras como en las artes. Veamos.

1.

MMMQ dice: "[Eielson dejó] nuestra capital a los 27 años para afincarse en Europa"

Eielson, es verdad, partió a París muy joven. Pero lo hizo en 1948, luego de haber obtenido una beca de la UNESCO que le permitiría estudiar en la capital francesa. Para la fecha tenía, entonces, apenas 24 años.

A los 27 en realidad, es decir para 1951, nuestro artista llegaba a Italia, acompañado de Javier Sologuren, otro de sus coetáneos de la denominada 'Generación del 50'. Antes había residido en París y en Ginebra. Al ser deslumbrado por el paisaje de la península es que decide quedarse en aquellas tierras.

Pero estos son datos que un investigador maneja y no necesariamente tendrían que ser conocidos por todos. Así que, hasta este punto, el error no resulta ser tan terrible. Pero igual genera confusión.

2.

MMMQ dice: "Las dos cartas más extrañas jamás recibidas por la agencia espacial norteamericana (NASA) deben haber sido las escritas por Jorge Eduardo Eielson (1924-2006), en esa época [1969] un artista escasamente conocido que el tiempo revelaría como el más completo e influyente nacido en Lima." 

En este apunte, lo de "escasamente conocido" es algo relativo. Si somos sinceros, inclusive hoy en día Eielson no tiene la fama de Van Gogh o de Picasso como para que sus propios compatriotas sean quienes lo conozcan. En 2005, el diario Perú21 lo escogió como uno de los 21 peruanos más sobresalientes del año —lo que causó la extrañeza del propio Eielson—, pero, hay que decirlo, pese a su valía, Jorge Eduardo no tiene aún la misma resonancia en la mente de la gran mayoría de peruanos que otros poetas como Vallejo o Chocano. El tema se relaciona con la forma en cómo se enseña la literatura en el Perú, pero eso ya amerita otro artículo.

Volviendo a 1969, para esa fecha, Eielson, debido al hecho de estar inmerso en medio de todo el movimiento de renovación que se estaba dando en Europa, puede ser visto como uno de los primeros representantes del arte conceptual a nivel mundial. La propuesta de enviar una escultura a la Luna nace, entonces, como parte de esa búsqueda estética. 

En 1969, también, Eielson no es del todo conocido para los limeños. Había regresado al país en 1964 para su primera muestra individual. Lo hacía a más de tres lustros de su partida. Los 'quipus', aquellas piezas pictóricas que desafiaban la bidimensionalidad típica de la pintura, eran sin duda alguna los protagonistas de la exposición, que tuvo lugar por dos semanas en la Galería Moncloa, en la calle Ocoña, a media cuadra de la Plaza San Martín. 

Si atrajo el interés de algunos de los medios de la época, no fue por las obras, sino por la expectativa que generaba en el ambiente cultural el hecho de que un poeta, ganador del premio nacional con apenas 21 años, se hubiera convertido en un artista y hubiese declarado su decisión de abandonar la escritura por completo (cosa que no ocurrió, para alegría de todos sus lectores).  

Recién en 1972 es que Eielson logrará mayor notoriedad, por decirlo de algún modo. Fue uno de los invitados culturales de la Olimpiada de Munich. El terrible atentado provocado por un grupo terrorista palestino, que costó la vida de una decena de atletas israelíes, y que significó la cancelación de las actividades culturales, mas no de la Olimpiada, impidió que Eielson terminara su acción: el 'Quipu de la Naciones', un nudo conformado por las banderas de todos los países participantes.

Aquí de nuevo se trata de un asunto de conocimientos. Pero sirve para tener una reflexión sobre la percepción que se puede tener de un artista en su propio país.

3.

MMMQ cita un poema de Eielson: "Guardo de Lima una botella / Llena de lluvia / Y un puñado de arena /En el pañuelo. /A veces recuerdo / La luz de su nublado cielo/ Y la acaricio/ Como se acaricia una perla/ En el bolsillo. (Poema sin título, en “Pretextos”, 2000)".

El libro es el que se denomina Sin título, pues verdaderamente no tiene un título. Pre-textos es la editorial. Y el poema no tiene nombre, pero para identificarlo se sirve de su primer verso ("Guardo de Lima una botella"). 

Habría que tener cuidado al momento de citar para evitar estos errores.

4.

Pero es en otro nivel en el que encontramos los errores peligrosos, pues MMMQ juega con la información para adecuarla a su punto de vista

"Mientras Vargas Llosa escribe que él se alejó del Perú porque 'mi vocación es de un cosmopolita, y de un apátrida' ('El pez en el agua', 1993); Eielson consideraba que había nacido exiliado. 'El exilio es mi estado natural, geográfico, social, afectivo, artístico, sexual', esto último por su condición de homosexual."

¿Por qué nombrar a MVLL en una nota que tiene como protagonista a otro autor? MMMQ se vale de la coincidencia entre ambos autores por partir al extranjero —por temporadas y ante circunstancias distintas— para nombrar al novelista. Pero ¿con qué fin? 

La suspicacia crece cuando se observa que la cita que MMMQ saca del libro de MVLL termina por cuadrar con las declaraciones que la parlamentaria Martha Chávez tiene sobre el Nobel, a quien califica de "antiperuano". No solo menciona al mismo libro (El pez en el agua), sino que procura resaltar el mismo factor, acorde con el discurso de los fujimoristas: que MVLL tiene una suerte de inquina contra el Perú.

El otro detalle que no pasa inadvertido en esta columna es la conclusión de que el "exilio sexual" en que Eielson se reconoce, necesariamente se deba a su condición homosexual.

Las palabras de Eielson —esas en particular— quieren decir algo más que el mero reconocimiento de su orientación sexual. O que por ese motivo terminara yéndose de Lima —tan retrógrada y conservadora en la década del cuarenta— como una manera de evitar el rechazo. La lectura superficial puede creer que es así, pero tales declaraciones esconden algo más.

Lo que está diciendo, y esto es posible descubrirlo solo a partir de la consideración de su obra en general, es que él como sujeto optó por dejar atrás los convencionalismos y limitaciones que la sociedad tradicionalmente impone a los individuos.

No en vano, en un ensayo escrito en 1942 en torno a la figura de Arthur Rimbaud, publicado en la revista Las Moradas (dirigida por el poeta Emilio Adolfo Westphalen) señalará claramente que —al igual que el genial autor francés— su fin no será otro más que el de alcanzar la libertad, la absoluta libertad.

Respecto a la figura de Eielson, ese tendría que ser el verdadero mensaje a compartir.

Comentario a modo de conclusión

Entonces, acá podemos notar que en un nivel formal existen ciertos descuidos. Los puntos 1, 2 y 3 inciden en aquellos detalles. No son crímenes contra la cultura, pero sí deberían evitarse.

Es el punto 4 el que merece mayor atención. Lo que MMMQ hace es reducir el territorio Eielson, diverso y multiforme, a un solo plano. ¿Busca que sea equivalentes en su extravagancia de artista el que un día envíe una carta a la NASA y el que sea un homosexual? 

En la concepción poética de Eielson los géneros no resultan determinantes para el surgimiento del amor. Se trata, antes que de cualquier cosa, de una entrega, de una desnudez, al otro. Pareciera, en todo caso, que existe una intención de dirigir la lectura sobre Eielson, pero no teniendo en cuenta los propios ejes de la obra, sino los intereses de aquel que la revisa. Ya que tal vez no convendría difundir un mensaje como ese.

Para este tipo de cosas es que sirve la crítica literaria, para clarificar algunos puntos y ayudar a su divulgación como conocimiento, entre los que lo quieran recibir.

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Escrito por

Paulo César Peña

Literatura. Historia. Arte. Lima. Y también dibujo ciudades en mis ratos libres. @dinamodelima


Publicado en

Redacción mulera

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