No estamos vacunados, de hecho si se presentará un violento Fenómeno de El Niño (FEN) y la economía china sufriera un descalabro que la condujera a una pronunciada desaceleración, la economía peruana podría vivir un año lúgubre como ocurrió, por ejemplo, con la recesión de 1998 (a consecuencia de la crisis financiera asiática y el FEN que se produjo ese año). Pero hasta el momento ningún indicador nos hace pensar que el ritmo de crecimiento chino vaya a ser menor al 7.5% y que la intensidad del FEN pase de ser leve o moderada.  

Hace una semana, el presidente del Banco Central de Reserva (BCR) Julio Velarde consideró “poco probable” una reducción de la dinámica de la economía china, país que es nuestro principal socio comercial y la segunda economía del mundo. Velarde no entró en mayores detalles y recomendó, más allá de lo que ocurra con China, una receta general: eliminar las trabas burocráticas y otros óbices que se presentan a la inversión.

La preocupación por China es internacional y en el Perú se acentuó hace unas semanas cuando el Premio Nobel de Economía Paul Krugman, de paso por Perú, señaló que en el corto plazo “China parece ser el escenario más probable de la próxima crisis mundial". Este escenario casi de catástrofe prendió las alertas. Si China se despeña el mundo con él, y en el Perú en particular se retraerían nuestras exportaciones de materias primas (solo la minería sostiene el 65% del Impuesto a la Renta) y otros productos contrayendo el crecimiento económico.

Sin embargo, hay opiniones que difieren con Krugman. Un reciente artículo de New Yorker titulado “Is China the next Lehman Brothers?” analiza al creciente endeudamiento chino, así como los problemas del sector inmobiliario que atraviesa ese país y la posibilidad que se esté generando una burbuja como ocurrió en Estados Unidos en el 2008 y que abrió la puerta a la crisis financiera internacional. Recogiendo los comentarios de Martin Wolf, el principal comentarista económico del Financial Times sostiene que en China la compra de vivienda se ha ralentizado, situación que pondría en riesgo el pago de los préstamos bancarios con los que las empresas financiaron la construcción.

Pero en el sector financiero no parece haber mayor preocupación porque a diferencia de Estados Unidos, el gobierno chino es una dictadura que dicta en última instancia, el flujo del dinero y el crédito, reporta el artículo. Por tanto, si en algún momento “la liquidez se seca en el sistema bancario, el banco central la suministrará”. «“China no va a tener una crisis financiera ", concluye Wolf. Pero, al igual que muchos otros analistas ve un período de menor crecimiento por delante, ya que el gobierno chino pretende reequilibrar su economía lejos de la deuda y la inversión de capital y hacia el gasto y los servicios de consumo. "La acumulación de deuda es probable que no termine con una explosión financiera, sino con un quejido, ya que el crecimiento se apaga paulatinamente”».

Según la Cámara de Comercio Peruano China (Capechi) las exportaciones no tradicionales peruanas hacia el país asiático aumentarán 15% este año, mientras que las exportaciones en general crecerán 10%, esto bajo la premisa de que la tasa de crecimiento del país asiático se mantenga en 7.5% que es también como cree que será Cesar Peñaranda, jefe de Estudios Económicos de la CCL. “China está creciendo entorno del 7.5% y creemos que este y el próximo año se mantendrá así. El nuevo gobierno y las reformas que quiere hacer las está ejecutando vigilando que no se afecta la dinámica de crecimiento”. Pero si queremos jugar a la estadísticas, los peores pronósticos para china es que crezca un punto porcentual menos este año, lo cual desencadenaría, en una economía globalizado, un efecto dominó sobre Estados Unidos y Europa, y por ende Latinoamérica, afirma.

Juan José Marthans, ex superintendente de la SBS cree como el presidente del BCR poco probable este escenario. Refiere que es “absurdo” siquiera insinuar que el gobierno chino vaya a permitir una desaceleración “significativa” de su PBI. “China no puede crecer menos de 7% porque le sería imposible absorber la nueva mano obra que se incorpora cada año al mercado laboral; y por tanto desde el punto de vista social tendría un altísimo costo para el gobierno chino, y es claro que lo van a evitar”. “Dispone, además, de los grados de libertad suficientes para lograr modular la dinámica de la expansión de su producto progresivamente, no hay que olvidar que China posee el mayor nivel de reservas internacionales en el mundo (3.8 billones de dólares, más del 50% de su PBI) y que el grado de endeudamiento es mínimo si se le compara con los gobiernos de Estados Unidos o la Unión europea”, agrega.

LA AMENAZA DE EL NIÑO

A esta coyuntura internacional se suma en el ámbito local la presencia ya confirmada del Fenómeno de El Niño (FEN) para este año. Las dudas se asientan sobre su intensidad, pues dependiendo de ella, podría o no afectar la economía nacional en los sectores agropecuarios, pesqueros y textiles, en este último sector impacta pues al postergar la entrada del invierno provoca que los comerciantes se queden con stock que luego deben vender a más bajo precio. Ahora mismo, los especialistas juegan a la chamanería, pero oficialmente de acuerdo con el equipo de monitoreo del Fenómeno de El Niño, el mar de Perú tendrá este fenómeno climático a mediados de año y su intensidad será de leve a moderada, lo cual no representaría un impacto en la economía. Previsoramente, el gobierno ha destinado un presupuesto de 30 millones de soles (US$10,7 millones) para realizar las labores de prevención en las regiones de la costa norte del país y el Ministerio de la Producción ha adelantado el periodo de pesca.

Por lo menos este año las preocupaciones por este fenómeno climático parecen apaciguadas.  ahora las alarmas se centran en el próximo año porque según el propio Ministerio de Agricultura se podría incrementar su intensidad. El último FEN que causó graves estragos en la economía peruana se produjo en 1998, cuando redujo el crecimiento del PBI total en 3.5 puntos porcentuales. Los sectores de producción más afectados fueron la pesca, agricultura y el comercio. A nivel sectorial, este fenómeno provocó una caída de 13% en el PBI del sector pesca debido a una contracción de 80% en el desembarque de anchoveta y las exportaciones de productos hidrobiológicos (harina de pescado y pota) cayeron 33%.

Sin embargo, recuerda Marthans que a diferencia del 1998, ahora el Perú cuenta con un componente importante que es el ahorro en el aparato público para cubrir las necesidades producto de los desastres naturales. “Hoy existen el fondo de estabilización fiscal que es de alrededor de 8 mil millones de dólares, aproximadamente 4 puntos porcentuales del PBI, ese fondo se ha creado como consecuencia de los superávit y este fondo está para ser empleado desastre como podría ocurrir con el efecto de El Niño”, recuerda.  

Pero si lo que se quiere es jugar a las estadísticas en el peor de los escenarios, donde el Fenómeno de El Niño es intensivo y China crece un punto menos, la economía peruana crecería un punto por debajo de los estimados que sitúan el crecimiento para este año entre 5.5% y 6%, según Cesar Peñaranda (el estimado de la CCL es de 5.7%). Según Marthans no hay porque preocuparse porque el piso esta parejo. "Me parece que algunos medios atizan las noticias negativas con algunas intenciones. Perú esta creciendo a ritmo de 5%, más de dos veces lo que crece Europa o Estados unidos, casi tres veces lo que crece Japón, no estamos en el paraíso, pero vivimos un buen momento".