Oscar Avilés Arcos ha marchado a lo que será su estado natural: la inmortalidad; su legado musical como una de las más importantes guitarras que ha tenido Perú debería ser aún más difundido así como su faceta como directivo discográfico, en la cual, también destacó, dejándonos otro legado musical: las obras no suyas. Sean éstas las de Los Morochucos o la de The Beatles.    
Albores de una Industria

Hace sólo dos semanas, celebrábamos 90 años del maestro Avilés y hacíamos mención que entre 1958 y 1970 fue director artístico de la empresa discográfica Iempsa. Indagando sobre ello encontré lo escrito por Pepe Ladd, un investigador autodidacta de nuestra música, quien amablemente ha decidido compartir con nosotros su indagación.  

“Si bien a comienzos del siglo XX, ya se habían grabado en los Estados Unidos los primeros temas de música criolla peruana (exactamente, en 1911 por el dúo Montes y Manrique), la difusión de ellos y de otros temas tradicionales seguía siendo mediante reuniones privadas y espectáculos públicos.

Los primeros tocadiscos que llegaban al Perú no estaban al alcance de las mayorías. La llegada en 1925 de la primera Radio (la OAX, convertida luego en luego Radio Nacional), bajo la presidencia del gobierno de Augusto B. Leguía, y las que se fundaron después ayudaron al desarrollo y difusión de la música criolla y sus cultores en el Perú.

La industria nacional fonográfica surgiría recién a finales de los años cuarenta. Mientras tanto y debido a la llegada cada vez mayor de música extranjera, a través de las radios y de la importación de discos provenientes de México, Estados Unidos, Argentina y Chile, los intérpretes nacionales fueron enviados por sus respectivos agentes y promotores, a grabar a aquellos países.

La producción de temas criollos en las voces de Jesús Vásquez, Delia Vallejos, Los Trovadores del Perú, Los Chalanes, Alicia Lizárraga, entre otros, fue cuantiosa. Muchos de ellos bajo la producción del músico puñeno Jorge Huirse, radicado en Argentina”.

Dos grandes discográficas: Sono Radio y IEMPSA
“Una vez establecida la industria discográfica en el Perú, fueron dos las empresas que tomaron el liderazgo. Sono Radio tomó la iniciativa y reunió en sus filas a lo más selecto del cancionero criollo, contratando a Esther Granados, Jesús Vásquez, Los Morochucos, Roberto Tello y muchos otros. IEMPSA adquirió en exclusividad los derechos de comercialización de los discos de la Sonora Matancera y empleó sus estudios de grabación para la música vernacular (El Jilguero del Huascarán y La Pastorita Huaracina). En música criolla tenían básicamente sólo a Los Embajadores Criollos”. 

avilés en iempsa, 1968 / fuente: archivo caretas

La relación Cavagnaro-Avilés

Los siguientes 20 años, desde la aparición de Sono Radio, dos personajes serían de importancia en la escena criolla y su radiodifusión en el Perú: Mario Cavagnaro y Oscar Avilés. ¿Cómo se conocieron y qué relación tuvieron? Pepe Ladd nos sigue ilustrando… 

“Como músico, Oscar Avilés ya tenía una trayectoria impresionante antes de fundar Fiesta Criolla. Entre muchos logros, estaban haber sido guitarrista principal del conjunto de La Limenita y Ascoy, primera guitarra de Los Trovadores del Perú (junto a Oswaldo Campos, Francisco Jiménez y Miguel Paz) y primera guitarra del trío Los Morochucos”.

A la disolución del trío Los Morochucos, digamos en una primera etapa, debido a la enfermedad de su vocalista Alejandro Cortez, Avilés instituyó en 1952 la primera Escuela de Guitarra de estilo criollo (la que funcionó hasta 1967) y pasó a formar parte del equipo musical de la Disquera Sono Radio. En esa labor, llegaría a acompañar a diversos artistas destacados como Jesús Vásquez y Chabuca Granda, con quien hizo giras artísticas entre 1955 y 1970.

En 1956 fundó el conjunto Fiesta Criolla, con Francisco Jiménez, Humberto Cervantes, Arístides Ramírez… “Y Pedro Torres”, acota Ladd y considera que, con tales pergaminos y logros, Avilés tenía ambiciones y bien fundadas expectativas personales de ocupar el puesto de Director Artístico en Sono Radio. Sin embargo, ello no se dio.

“Cuando un día recibe la llamada del Sr. Mendiburu, gerente general de Sono Radio, para conversar sobre un nombramiento de un Director Artístico, Avilés consideró que el puesto era suyo. Grande fue su sorpresa al enterarse, que se había designado al compositor Mario Cavagnaro. Desde entonces su ánimo decayó y poco tiempo más tarde (invierno de 1957) abandonó Sono Radio para irse a IEMPSA como Director Artístico”, se puede leer en su autobiografía “Confesiones en Tono Menor” (redactado por el periodista Raúl Serrano Castrillón).

Antes de la partida de Avilés a IEMPSA, Cavagnaro se había hecho representante de… Fiesta Criolla. “El apoyo de Mario Cavagnaro a Fiesta Criolla era total, debido a su doble condición de Director Artístico de Sono Radio y manager del conjunto. La sala de grabación de la disquera siempre estaba a disposición de Fiesta Criolla…”, cuenta Don Oscar en el libro mencionado. Ladd precisa: “La disquera invirtió mucho dinero en publicidad y con la innegable calidad del conjunto, en el cual sobresalía Oscar Avilés, los resultados económicos no se hicieron esperar.”

Oscar Avilés en IEMPSA

En 1957, Oscar Avilés abandona Sono Radio y Fiesta Criolla, “no sin antes intentar convencer al conjunto de su paso a IEMPSA. Con una oferta económica, que no llegó a cumplirse, Mario Cavagnaro logró que Fiesta Criolla continuara en Sono Radio”, prosigue Ladd.  

alicia maguiña, lucho neves y avilés en los estudios de iempsa (foto: caretas)

“Aquí nuevamente sobresale el instinto y la visión comercial del compositor: integró en reemplazo de Oscar Avilés al buen guitarrista Roberto Velásquez. Sin embargo, en todas las publicaciones y discos del conjunto, Cavagnaro evitó editar fotos mostrando al nuevo conjunto Fiesta Criolla sin Avilés. Entonces y aún hoy, muchas personas pensaron y piensan que el conjunto Fiesta Criolla nació y murió con Oscar Avilés…

Como Director Artístico de IEMPSA, Avilés también satisfizo ampliamente las expectativas que tuvo la gerencia. Con el tiempo IEMPSA logró captar una buena parte del mercado criollo, con las nuevas ideas y estrategias del flamante Director.

avilés y el saxofonista julio mori

Una de ellas fue introducir a la música criolla al músico de jazz y temas tropicales, el saxofonista Julio Mori. También contrató a un joven cuarteto de música internacional, que había caído en desgracia por sus bajas ventas de discos en ese género: los Hermanos Zañartu, quienes a partir de entonces se dedicaron al género criollo, con mucho éxito.

Aunque hasta entonces, IEMPSA se jactaba de ser económicamente la más exitosa en el Perú, gracias a sus estrellas La Pastorita Huaracina y el Jilguero del Huascarán, a fines de los cincuenta la época de oro de sus otros baluartes, la Sonora Matancera y Los Embajadores Criollos llegaba a su fin, mientras que la música criolla estaba en su apogeo. Esta fue una de las razones para contratar al gran músico y guitarrista criollo.

Otra de las primeras medidas de Oscar Avilés como Director Artístico fue el relanzamiento de Los Embajadores Criollos. Para su gusto el trío tenía un compás demasiado lento que podría ser mejorado con otro guitarrista en las grabaciones. Para ello decidió acompañarlos personalmente en los discos de su segunda etapa de grabaciones y encomendó luego esta labor a otro excelente guitarrista, Adolfo Zelada.

Con Oscar Avilés de productor, director artístico y guitarrista, Los Embajadores Criollos grabaron su primer LP.

A pesar de los grandes éxitos que el trío y Avilés obtuvieron con temas como Lucy Smith, El Rosario de mi Madre, Tu Culpa (Tronco seco) y otros, así como la participación incógnita de Avilés, Los Embajadores Criollos se separaron…

En su calidad de Director, Avilés decidió también acompañar instrumentalmente a todas sus nuevas contrataciones. El número de grabaciones criollas en las cuales participó como Director Artístico y guitarrista es incontable.

Otro de los grandes éxitos comerciales de IEMPSA bajo su dirección fue el renacimiento y relanzamiento del trío Los Morochucos, en el cual él participaba en su doble función. Sin las cualidades vocales e instrumentales de sus años mozos, pero con una calidad de sonido impresionante y de avanzada, lograda en estudios de grabación norteamericanos, Los Morochucos tuvieron un gran suceso comercial hasta fines de los sesenta”.

Balance de la relación Avilés-Cavagnaro

cavagnaro y avilés

“En resumen podemos concluir que el viejo consejo ‘Nunca seas juez y parte’ mantiene actualidad. La combinación de competencias administrativas por un lado e intereses personales (como directores, músicos y agentes) generó en los casos de Mario Cavagnaro y Oscar Avilés un conflicto de intereses muy grande. Este conflicto culminó como sucede en la mayoría de casos, con sabores y sinsabores, ganadores y perdedores. Felizmente o a pesar de ello, el criollismo tuvo una época dorada durante la hegemonía de Sono Radio y IEMPSA y los testimonios musicales que bajo la dirección de Oscar Avilés y Mario Cavagnaro se produjeron, quedan imborrables”, finaliza Ladd en un texto original sobre las labores discográficas de Oscar Avilés y Mario Cavagnaro para su web, texto del cual hemos querido compartir, sobre todo, lo referente a la labor de Don Oscar, en una faceta ciertamente poco conocida del maestro.  

Los Beatles y Oscar Avilés

“Oscar Avilés y Los Beatles… ¿Les parece una extraña asociación?” se pregunta a continuación nuestro colaborador y cuenta: “El invierno de 1957, Oscar Avilés abandonó la disquera Sono Radio y al conjunto Fiesta Criolla, para asumir el cargo de Director Artístico en IEMPSA. La disquera IEMPSA manejaba entre otros, el sello Odeón Peruana y era filial del grupo británico EMI. Con el tiempo IEMPSA logró captar una buena parte del mercado criollo peruano, con nuevas ideas y estrategias (“La Música Criolla y la Industria Fonográfica en el Perú” - Pepe Ladd, 29 de Noviembre de 2013)”, se refiere a un artículo suyo de su web.  

“En otras regiones, el grupo industrial británico EMI adquiría en 1955 las acciones de la compañía norteamericana Capitol Records. En 1963 Los Beatles, contratados por EMI, conquistaron, con su música, talento y personalidades, Inglaterra y Europa iniciando el fenómeno conocido como Beatlemanía. Su máximo éxito a la fecha era ‘She loves you’, el cual batió todos los records de ventas.

En Norteamérica sin embargo, Los Beatles eran unos completos desconocidos. Todos los cantantes británicos habían fracasado completamente en Los Estados Unidos, ya que el público norteamericano aceptaba sólo a sus ídolos locales. Por tal motivo, Capitol Records rechazó editar los 4 primeros discos, incluyendo ‘She loves you’ de la casa matriz, pues calculaban un nuevo fracaso británico.

Paralelamente, el fenómeno Beatles había llegado a oídos de Augusto Sarria Salas, Director Gerente de IEMPSA, quien también leyó artículos de prensa sobre el fenómeno Beatles y la Beatlemanía, que arrasaba en Inglaterra y Europa. Despertada su curiosidad solicitó inmediatamente a EMI un ejemplar de ‘She loves you’, el cual fue presentado ante el Director artístico de IEMPSA, Oscar Avilés. ¿Pueden imaginar la reacción del maestro Avilés?

Ella fue de espontáneo rechazo, argumentando que el mercado peruano no iba a entender ese tipo de música y de ruido (una respetable opinión compartida por nuestros padres en aquella época). Sin embargo, su intuición empresarial le decía que no podía rechazar algo tan popular y de tanta repercusión a nivel internacional. Era su deber, como director artístico, buscar éxitos y cimentar la posición de IEMPSA en la industria fonográfica local. La competencia no dormía.

Isabel Joulain, brillante segunda voz del Dúo femenino Las Hermanas del Rocío, era entonces Asistente del Departamento de Marketing y la única en la disquera, que dominaba el idioma inglés. Cuando se le presentó el disco ‘She loves you’, ella se enamoró de Los Beatles, al igual que lo hicieron todos aquellos a los cuales ella acudió a consultar, mediante una especie de survey o encuesta. La recomendación multitudinaria fue de editarlo y Don Oscar Avilés tomó la decisión, implementándola rápidamente, con la respectiva campaña de difusión.

A pesar de no haber sido editado por Capitol en Los Estados Unidos, gracias a Oscar Avilés este tema sí fue editado y comercializado en el Perú. Se editó en la primavera de 1963, bajo el sello Odeón de etiqueta negra y con el número de matriz 45-8806. El disco de 45 rpm contenía en sus dos lados los temas ‘She loves you’ y ‘I’ll get you’ y fue propagado en todas las radios, obteniendo una enorme popularidad.

Tuvieron que transcurrir algunos meses, hasta que el 7 de Febrero llegaran Los Beatles al aeropuerto de Nueva York y luego de una primera presentación en la TV norteamericana dos días después, ante 73 millones de espectadores, conquistaran América y el mundo. Su música, sus actitudes, sus personalidades cambiaron para siempre no sólo la música sino también la sociedad moderna. Han vendido más de 600 millones de discos y nunca han dejado de estar en vigencia.

fuente: diario el peruano / editora perú

Don Oscar Avilés puede jactarse no sólo de haber sido quien introdujo la música de Los Beatles al mercado peruano. También puede recordar, que IEMPSA tuvo confianza en el suceso de Los Beatles, editando su gran éxito ‘She loves you’, aún antes que su compañía hermana en Los Estados Unidos, Capitol Records. Con la distribución exclusiva de los discos de Los Beatles en el Perú, IEMPSA cimentó en gran escala su posición convirtiéndose de lejos en la compañía disquera líder del mercado peruano”, concluye Ladd, quien, como eterno beatlemaniaco –así se define- le da las gracias a don Oscar Avilés. Y con él, seguramente muchos muchachones rocanroleros.