Cuando Osamu Tezuka, el legendario creador de mangas como Astro Boy, Black Jack, y Buddha, falleció en 1989, dejó entre sus muchas pertenencias un escritorio cerrado cuya llave aparentemente se había extraviado. Según informó RocketNews24, su hija Rumiko Tezuka encontró hace poco esa llave, abrió el escritorio y encontró algunas joyas inéditas del “padre del manga”. Entre estos valiosos dibujos, uno en particular la perturbó: se trata de una plancha en la que se puede ver un personaje inédito de una ratona lúbrica frotándose contra unas sábanas en diversas posiciones y haciendo vaya a saber qué más. 

Sí sí, se trata del mismo señor que con su trabajo básicamente creó la primera ola de mangas que conquistaron el mundo:

Perpleja, Rumiko twiteó sobre estos extraños dibujos: "No tengo la menor idea de para qué iban a ser usados".

Nosotros tampoco. Pero seamos honestos: nada puede volver a ser igual.