"Para las jóvenes chechenas los actos más inocentes podrían significar violar la ley. Las parejas que se dan la mano en público sin estar casadas están sujetas a una pena. Es más, si atrapan a una niña fumando puede ser detenida".  Así relata Diana Markosian, joven fotógrafa de 24 años, la situación que viven las mujeres en Chechenia. 

Mitad estadounidense, mitad rusa, la fotoperiodista pasó el último año y medio en la región del Cáucaso Norte de Rusia para retratar la transición de niñez a adultez en las mujeres. El resultado es "Goodbye, my Chechnya", un proyecto que documenta las vidas de las niñas y adolescentes musulmanas, que descubren cómo los actos más inocentes rompen las reglas. 

"Mi objetivo con este proyecto es mostrar una visión diferente, más íntima y sutil de una nueva generación de mujeres jóvenes que tratar de vivir dentro de las leyes restrictivas de Chechenia. Después de soportar los horrores de dos guerras, estas mujeres se enfrentan ahora a un período de paz caracterizado por el aumento de la opresión", explica la fotógrafa. 

Mira más de su trabajo aquí.

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