Y el Vargas Llosa va para...
Dos españoles y un colombiano postulan al importante premio de 100 mil dólares que la primera Bienal Vargas Llosa entrega a la mejor novela publicada en el período 2012-2013
Mañana se clausura la I Bienal Vargas Llosa que ha convertido a Lima en la capital de la literatura en lengua española, al menos por esta semana, como lo dijera el homenajeado escritor peruano y replicaran los medios internacionales.
En la ceremonia de clausura se dará a conocer al primer ganador de los 100 mil dólares que la bienal entrega y que en esta ocasión podría irse para España o para Colombia.
Ante la ausencia de Rafael Chirbes, probablemente el autor más conocido de los tres finalistas, y a quien todos daban por ganador por su novela En la orilla (una novela decadentista, post crisis europea), cabe suponer que la elección del primer premio del Bienal Vargas Llosa de novela, recaería en Juan Bonilla (España) o en Juan Gabriel Vásquez (Colombia).
El día de la inauguración quedó algo más o menos claro: si se tratase de elecciones vinculadas al modo de sentir y vivir la literatura, Juan Gabriel Vásquez, con un discurso que habla del héroe enfrentándose a los grandes poderes (de hecho en la presentación mencionó que en eso pensaba que se parecía a Vargas Llosa), este sería el ganador. Además que es el invitado de la mesa que cierra el festival, la mesa inmediatamente anterior al acto de premiación. Aunque quizá este hecho no sea determinante, pues una tardía respuesta de confirmación (había puesto en duda su presencia hacía unas semanas) por parte de Bonilla habría sido el motivo de que este no aparezca en el programa del evento; y sin embargo ha participado ya en un par de mesas en que sin duda ha demostrado que puede dar la sorpresa. Después de todo ser finalista de un premio que lleve el nombre del nobel peruano no es algo nuevo para este autor español que en 2009 ganó el premio Mario Vargas Llosa al mejor libro publicado durante ese año.
Apropósito de esta esperada noche del 27 de marzo, creemos pertinente que repasemos quiénes son estos dos autores que creemos tienen las mayores opciones para hacerse del codiciado galardón:
Juan Gabriel Vásquez (Colombia, 1973): culminó su educación sentimental en Francia, donde vivió entre 1996 y 1999 y luego de una corta estadía en Bélgica se instaló en Barcelona hasta el 2012, año en que retornó a Colombia, donde vive actualmente. Es autor de tres novelas que fueron acogidas favorablemente, sobre todo por la crítica española; de ellas quizá Historia secreta de Costaguana sea la que le ha traído mayores satisfacciones.
Las reputaciones (2013), obra por la que opta al premio, tiene como personaje principal a Javier Mallarino, un caricaturista político próximo a jubilarse que gracias a su trabajo se ha hecho de fama, pero también de enemigos muy poderosos. En el marco de un homenaje público por su trayectoria su destino lo alcanza y no tendrá más salida que enfrentarse a un momento de su pasado que no quería recordar.
Juan Bonilla (España, 1966): entre sus más importantes logros se encuentra el Premio Biblioteca Breve que obtuvo en 2003 por su novela Los príncipes nubios y el ya mencionado Mario Vargas Llosa que obtuvo por su libro de relatos Tanta gente sola en 2009. Aunque los reconocimientos nunca le han sido ajenos a este autor. Muestrea de ello es que su libro debut, El que apaga la luz (1994), fue escogido uno de los mejores libros de la literatura española del siglo XX. Sus libros han sido traducidos a diez idiomas y algunos de estos han sido llevados al cine, como es el caso de su novela Nadie conoce a nadie, en la que actúan Eduardo Noriega, Paz Vega y Jordi Mollá.
Prohibido entrar sin pantalones (Seix Barral), la novela por la que ha resultado finalista de la primera bienal Mario Vargas Llosa, tiene por protagonista al poeta futurista ruso Vladímir Maiakovski, quien terminó por suicidarse con un tiro en el corazón. La novela de Bonilla es una suerte de reivindicación del mito del enfant terrible, una figura que brilla intensamente con luz propia pero que es consumida por su propio fuego. Prohibido entrar sin pantalones juega con la novela biográfica y esto hace que por momentos se perciba cierta falta de tensión narrativa, sobre todo en los momentos en que Bonilla utiliza los recursos del documental; sin embargo es innegable el ritmo trepidante que el autor español le imprime a cada tramo y esta es la sensación de fluidez y volatilidad que queda grabada en la mente o en nuestros rostros como una bofetada propinada a la velocidad de la luz.
Estos son los dos autores que creo tienen mayores oportunidades, ante la ausencia de Rafael Chirbes. Mañana se develará el misterio y si tuviera que elegir mi voto iría para Bonilla sin lugar a dudas.
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