Parece imposible que dos personas sea exactamente o casi iguales. Sin embargo, los gemelos idénticos comparten su código de ADN. Y es que siempre han existido historias sobre sueños o pensamientos que estos hermanos comparten, creando una mística. Por ello, no resulta tan sorprendente que sean el objeto de estudio de múltiples artistas. 

Mary Ellen Mark es una fotógrafa estadounidense conocida por sus retratos. Su pasión por los gemelos ocupó un periodo largo de su carrera. Por ello, viajó al Festival de los Gemelos en Twinsburg, Ohio, por primera vez en 1998. "Fue una sorprendente experiencia visual y al mismo tiempo, muy extraño y frustrante. Era como si estuviera viendo doble y me sentía un poco aislada por no tener una gemela", señala.

Tras su experiencia, la fotógrafa quería mostrar no sólo el gran parecido de los gemelos, sino aquellas cualidades que los diferencian y que suelen pasar desapercibidas. "La manera más poderosa para fotografiar a los gemelos sería utilizar la cámara Polaroid. Mediante el uso de esta cámara podría mostrar las cualidades sutiles que a menudo les hacen muy diferentes”, sentenció la fotógrafa.

Sin embargo, el trabajo sobre gemelos desarrollado por Ellen no es el único. Julie de Waroquier, una fotógrafa francesa, pasó todo el verano de 2011 disparando su objetivo con una idea clara: sacar retratos simétricos y surrealistas cuyos protagonistas eran hermanos gemelos vestidos de forma idéntica. 

Así, como un retrato sacado de un sueño, las imágenes de Waroquier presentaban una mística que profundizaba en el sentido misterioso de la existencia de los gemelos.

"Los gemelos siempre me han fascinado, y no sólo porque tengo una hermana gemela: son casi mágicos y sin embargo reales (...) En algunas civilizaciones pasadas, e incluso en las presentes, los gemelos son aún considerados como dioses ... o como monstruos".

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