¿90 años de peruanidad? “Casi nada” diría Don Oscar y soltaría la carcajada, como lo hacía en su programa de radio; hoy, que está de  cumple evocamos a la “Primera guitarra del Perú”. Ese cargo honorífico no debería llevarnos a desconocer otros aspectos de su labor musical, que han sido también relevantes. 

El músico nace y se hace

Definitivamente algo tenemos que traer en los genes para involucrarnos realmente en la música. Si a esto le agregamos el entendimiento y apoyo de nuestros padres, y, claro, talento, ciertos estudios y experiencias de vida, podríamos llegar a ser un buen músico. Si a todo esto le sumamos simpatía, al vernos pasar nos dirían: “Él es”. Es lo que parece haber ocurrido con Avilés.

Se dice que Oscar adquirió el gusto por la música criolla escuchando a su padre, quien en reuniones con amigos, la tocaba y cantaba. Su abuela materna le enseñó los primeros acordes con la guitarra. Sin embargo, lo primero que tocó fue el cajón, acompañando, con sólo quince años, al dúo La Limeñita y Ascoy. ¿Sería por el gran amor que sentía por su madre? Ella tocaba percusiones.  

Oscar, desde los 12 años, llevó clases de guitarra en el Conservatorio Nacional de Música con el maestro Juan Brito, estudios que luego continuaron con el maestro Isidoro Purizaga. El resto lo aprendió en la calle, más precisamente en el Centro Musical Felipe Pinglo adónde llegó con sólo 14 años y aprendió mucho viendo tocar a viejos cultores de la canción criolla. Fue suficiente, el sello Avilés, lo puso él. 

Según cuenta José Carlos Serván, Oscar Avilés y Augusto Egoaguirre, se presentaban en la Hora Infantil de Radio Internacional, causando la admiración de la audiencia. En 1942, con el grupo de cuerdas Núñez, Arteaga & Avilés gana un concurso radial organizado por el periodista Roberto Nieves del diario “La Noche”, a raíz de ello se le comenzó a llamar “La Primera Guitarra del Perú”. Tenía 18 años, casi nada. 

De fiesta criolla por la vida 

Registra la historia, que desde los 22 años y durante las casi siete siguientes décadas, Don Oscar Avilés sólo tocó con notables músicos nacionales, registrando obras discográficas considerables. Lo que es imposible de responder es con cuántos músicos tocó Avilés… con cuántos, sólo por amor a la curvilínea con cuerdas.

Como acompañante, aportó el arte de su guitarra a grabaciones de destacados músicos nacionales e internacionales, de los primeros: Jesús Vásquez, Eloísa Angulo, Nicomedes Santa Cruz, el tenor Luis Alva, entre otros y de los segundos: Olga Guillot, Leo Marini y Xiomara Alfaro. 

Como integrante formal de algún dúo o grupo, la lista es interesante…  

En 1946, formó Los Trovadores del Perú, poco después, en 1947, se sumó a Alejandro Cortéz y Augusto Ego Aguirre de Los Morochucos, con ellos estuvo hasta 1952, volverían a reunirse de 1962 a 1972. Armó y dirigió el conjunto Fiesta Criolla, en su primera etapa, entre 1957 y 1959, junto con Panchito Jiménez, Humberto Cervantes y Arístides Ramírez. 

Acompañó con su guitarra a la cantautora Chabuca Granda en diversas giras artísticas entre 1955 y 1970, grabando varios discos notables. Graba en Brasil, la celebrada colección “Valses peruanos eternos” (dos volúmenes) acompañado por la Orquesta de Augusto Valderrama. 

Inolvidable el dúo que conformó con el inolvidable cantante Arturo “Zambo” Cavero en los 70s. No menos inolvidable fue el dúo que formó con Alicia Maguiña, ya en los 90s; registraron, en este caso, dos discos con el mismo nombre: “Juntos” I (1996) y II (2002).  

Lo último que grabó, hasta donde se ha editado, fue el tema de Felipe Pinglo y Clemente Pedemonte “Callao for ever” para el disco compartido con otros músicos: “Eternas glorias del criollismo” (2013), producido por el destacado guitarrista joven Renzo Gil y su esposa, la productora Marisa Tidú para Play Music. 

Símbolo de peruanidad  

No todo músico tiene la capacidad de convertirse en símbolo de su país. Tiene que reunir ciertas condiciones, no sólo artísticas: sobre todo, tiene que aportar decididamente a la escena musical de su tierra. 

Don Oscar Avilés lo hizo. Y desde antes.

En 1952, fundó la primera Escuela de Guitarra de estilo criollo, que funcionaría por 15 años. Entre 1958 y 1970, fue director artístico de la empresa discográfica Iempsa; esa labor como directivo del disco es un tema que merece una amplia investigación pues lo poco que conocemos de ella, es de sumo interés.  

En los últimos años, Don Oscar Avilés con algunos de sus familiares han producido y conducido “El Oscar del Criollismo” a través de Radio Nacional del Perú (RNP), un buen programa donde no sólo se difundía, en vivo y en directo (incluso audiovisualmente a través del sitio web de la emisora), la música del maestro sino la de otros músicos. 

“El Oscar del criollismo” se ha estado emitiendo los sábados y domingos de 12 a 2 p.m., se ha estado decimos, porque no sabemos si continuará en la programación de la emisora de todos los peruanos.  

El sábado pasado se emitieron secuencias grabadas anteriormente, y, ayer, domingo, que se esperaba un programa especial dedicado a los 90  años del maestro, simplemente no se emitió.  

Ojalá que volvamos a disfrutar del programa en su formato original, es decir en vivo y directo, sobre todo sabiendo que en la actualidad el streaming es muy solicitado y necesario para programas que no abundan como son los que aportan a nuestra cultura como es el caso de “El Oscar del criollismo” y que además encarna el sentir de un músico que desea abrir una ventana para dar a conocer/reconocer nuestra música criolla.  

Es irónico que mientras escribo esto escucho en RNP un spot donde se dice que los 90 años de Avilés se celebra en casa. ¿Sigue siendo RNP la “casa” de Don Oscar Avilés? Esperamos la respuesta.