#ElPerúQueQueremos

el capitalismo y desigualdad: la sopa es amplia, pero algunos tienen otro "tipo" de cuchara. foto: pbs.org

La riqueza primero, después la empresa

La acumulación patrimonial sin generación de inversión y empleo es una tendencia recurrente en la economía capitalista.

"Para que algunos pocos coman bien ¿Es preciso que muchos coman mal?" 

Nicanor Parra

Publicado: 2014-03-24

De acuerdo al diario Gestión, el patrimonio que acumulan una muestra de personas y familias peruanas en bancos, fondos y casas de corretaje extranjeros suma US$50 mil millones. Ante esta cifra sólo cabe preguntarse sobre la fragilidad de aquella delgada línea que separa a los que más tienen respecto a los que no.

Yendo más allá, ¿se podría esperar que este pequeño sector de peruanos conciba alguna iniciativa a fin de generar empleo y gasto vía inversión?

Los ricos no lloran

Según la publicación y citando un estudio de la consultora Wealthinsight, 23,050 peruanos son poseedores de activos por encima del millón de dólares. A estas fortunas habría que añadir patrimonios per cápita de más de US$30 millones, ocho riquezas individuales superiores al billón de dólares y 300 individuos o familias con un caudal que fluctúa entre US$30 y US$100 millones.

El balance final reflejaría un monto de aproximadamente US$50 mil millones. Este saldo representaría aproximadamente el 26.5% del PBI peruano al 2012 y el 56.8% del déficit en infraestructura local calculado para el período 2012-2021 por la Universidad del Pacífico.

Pese a que podría decirse que el usufructo de estas riquezas sólo les correspondería a sus poseedores, no se deja de lado la tentación de analizar qué podrían hacer estos agentes económicos, familias o grupos en el tramo generación de empleo, filantropía, desarrollo de iniciativas ciudadanas para el combate de la desnutrición infantil, mejoras en cuanto a infraestructura urbana y rural, programas de salud y educación, entre otras acciones desde la tribuna privada y donde el Estado no podría llegar.

No se trata de ‘pontificar’ respecto al buen uso social de dineros potencialmente obtenidos por mérito propio (en función a lo informado por Gestión los excedentes vendrían del sector inmobiliario) o vía una impecable herencia, ni de efectuar un ejercicio moralista al respecto pues no se sabe con certeza si parte de este patrimonio efectivamente está siendo usado para fines que van más allá de acumulación mercantilista de riquezas. Sin embargo, el hecho de que tales portafolios no se encuentren administrados por bancos, gestoras de patrimonios, sociedades agente de bolsa y corredores privados locales sino extranjeros, hace sospechar y dudar que esta masa crítica -que representaría más de la cuarta parte del PBI peruano- estaría ‘haciendo patria’.

Siguiendo en tono ‘abogado del diablo’, tampoco se etiquetaría a los agentes económicos que detentan estos caudales: tal vez la poca profundidad y liquidez del mercado de capitales y otros motivos (¿tributarios?) hayan compelido a los dueños de estos portafolios a colocar sus excedentes fuera del país.

Del capitalismo agresivo a la llamada ‘economía de la herencia’

Para el economista y periodista Paul Krugman (premio Nobel de economía 2008), existiría una nueva clase de capitalismo más vinculado a detentar patrimonios dados en herencia que a asumir compromisos con la economía real: generación de empleo, consumo, gasto e inclusión social.

En su columna del The New York Times y a propósito de la publicación del libro “El capital en el siglo XXI” del también economista Thomas Piketty, Krugman realiza una descripción de lo que podría ser una economía basada en el incremento de la desigualdad de ingresos. Para Krugman, el libro de Piketty explica en sus páginas lo que sería el retorno a un “capitalismo patrimonial donde las palancas de la economía están dominadas no sólo por la riqueza, sino también por la riqueza heredada en cuyo nacimiento importaría más la herencia que el esfuerzo y el talento”.

(Aquí, el autor explicando los alcances del libro que para Krugman sería el "libro de la década"):

Bien, suena duro Krugman al deslizar que este capitalismo del presente siglo huele más a heredad que a trabajo duro, creatividad y esfuerzo pero esto recién empieza, el Nobel está calentando...

“…seis de los 10 estadounidenses más ricos ya son herederos en lugar de ser empresarios forjados por sí mismos; y los hijos de la élite económica de la actualidad parten de una posición de privilegio inmenso. Como señala el Sr. Piketty, ‘el riesgo de un viraje hacia la oligarquía es real y da pocas razones para el optimismo’...”, afirma Krugman.

Al respecto, da con palo al ala republicana de la política estadounidense

“La naciente oligarquía en Estados Unidos puede no estar completamente formada, pero uno de nuestros dos principales partidos políticos ya parece comprometido con la defensa de los intereses de la oligarquía” dice Krugman haciendo referencia al partido republicano de los Estados Unidos. Añade el economista que “… la mayoría de gente se da cuenta de que el partido republicano actual favorece a los intereses de los ricos sobre los de las familias ordinarias”.

Se retorna a Piketty y su libro donde la crítica es más pausada que Krugman, sin embargo el mensaje es recurrente respecto a este nuevo capitalismo ‘patrimonial’. Piketty anda en la línea de cuestionar la relación que existe entre desigualdad, acumulación de riqueza y el crecimiento económico. Para él, el crecimiento actual y la masificación del conocimiento han permitido sortear –en forma- desigualdades de escala apocalíptica pronosticadas por Karl Marx. Pero en fondo, no se han modificado las estructuras de la desigualdad en términos de distribución de la riqueza.

El autor está de acuerdo con Krugman al referirse que en términos sociales, la acción de grupos de poder (oligárquicos) podría verse alentada desde una plataforma política.

Con US$50 billones de portafolios administrados fuera del Perú, cabría la pregunta parafraseando a Krugman: ¿Qué clase de nueva oligarquía está naciendo en términos locales? ¿Es este nuevo grupo de poder que manejaría más de un cuarto del PBI nacional, una reunión de personajes que han heredado un patrimonio que no piensan ‘mover’ en el Perú vía emprendimientos empresariales? ¿Poco o nada harían en cuanto a estímulo del empleo?

Lo cierto es que para bien o para mal, este dinero no se encuentra en el Perú. Y no se tendría certeza aun de que este capital genere empresa o al menos 'haga patria'.

El redactor recomienda:

Paul Krugman o el azote de Wall Street

Fondos locales de inversión: ¿vendedores de humo? Parte I

Fondos locales de inversión: ¿vendedores de humo? Parte II

Fondos locales de inversión: ¿vendedores de humo? Parte III


Escrito por

Eduardo Recoba Martínez

Economista, periodista, docente. Corresponsal para Latinoamérica de iForex financial news, consultor y analista. Sígueme en @eduardo_recoba


Publicado en

Redacción mulera

Aquí se publican las noticias del equipo de redacción de @lamula, que también se encarga de difundir las mejores notas de la comunidad.