Gastón Pacheco lleva dos meses como presidente de la Asociación de Exportadores (Adex) reemplazando, temporalmente, al presidente electo Eduardo Amorrortu. Le ha sorprendido lo exigente del encargo. Ser presidente del gremio ha remodelado sus horarios.
Sobre el escritorio nos muestra las decenas de documentos que debe firmar. Hacia afuera, a través de los enormes ventanales de su oficina, en el moderno edificio de Adex, el tráfico de la avenida Javier Prado es inaudible.
Durante la entrevista, Pacheco señala que no amerita técnicamente un incremento de la remuneración mínima vital y reclama que el gobierno adopte una retaliación frente a las medidas proteccionistas de los mercados latinoamericanos que afectan nuestras exportaciones.
- En enero, según cifras de Adex las exportaciones se contrajeron 18%. Pero las expectativas no son así de negativas para el 2014.
- Es engañoso mirar las estadísticas mes a mes porque existen muchas fluctuaciones como pueden ser simples atrasos en los envíos. De la información que disponemos, febrero viene bastante mejor que enero, estimamos un crecimiento del orden del 7 u 8 por ciento. Pero para el año, proyectamos un crecimiento de apenas 5 por ciento, que no es un crecimiento significativo considerando que el año pasado decrecimos 10 por ciento. La contracción de las exportaciones se debió, sin duda, a la caída del precio de los metales, pero también a que el dinamismo de nuestras exportaciones no tradicionales no fue el esperado.
- Este estimado de 5 por ciento para el 2014 no tenía previsto lo que viene ocurriendo en China, entonces podría variar a la baja.
- Es posible. El efecto del menor crecimiento chino va a ir impactando progresivamente. Pero existen otros temas que nos preocupa y son las barreras que están poniendo nuestros socios latinoamericanos. En Europa más del 80% del comercio es intraeuropeo. En Perú, el comercio con países latinoamericanos es del orden del 20%. Entonces nos falta mucho camino por recorrer y por más que estamos firmando acuerdos comerciales como la Alianza del Pacífico, en el que todos los países pregonan una apertura y liberalización de sus políticas, vemos con preocupación que se están adoptando políticas proteccionistas en la mayoría de países. Lo que ha pasado con Ecuador es el caso más reciente, pero también nos preocupa lo que ha pasado con Colombia, donde pusieron salvaguardas a las exportaciones peruanas. Esas medidas no ayudan a desarrollar el comercio. Hay una agenda importante que tenemos que trabajar de la mano con el Gobierno para restablecer los buenos canales de comunicación y comercio con los vecinos.
- Y existe también una agenda interna…
Sí y está dirigida a la poca competitividad que podemos desarrollar las empresas en el Perú por factores como la infraestructura de comunicación y portuaria. Existen muchas obras cuyo proceso de licitación o estudio marcha muy lentamente, y esas demoras impiden que se mejore la productividad a la velocidad que quisiéramos. Además, en los últimos años existe una vocación punitiva del Gobierno hacia las empresas. El aumento en las multas y las fiscalizaciones de las autoridades ha sido muy grande. Y uno puede pensar que si la empresa incumple las normas debe ser sanciona. Pero las normas no están diseñadas para nuestra realidad. Son complejas y de difícil aplicación; y por encima de eso, las autoridades en su fiscalización son excesivamente formalistas: si una empresa falla en un detalle es igual que hubiera habido una voluntad de fraude y existe la posibilidad de sanciones penales. Ese clima hace que las inversiones sean lentas y contribuye a una menor actividad económica.
- Es decir, que además de la situación tambaleante en China, ya no nos resultará redireccionar nuestras exportaciones hacia los mercados vecinos.
- Basta con decir que la contracción del comercio del año pasado se hubiera podido evitar sino hubieran las barreras para las exportaciones peruanas en Argentina, Colombia, Venezuela y Ecuador. Si no hubiéramos perdido comercio con estos cuatro países, las exportaciones se hubieran mantenido positivas. Recuerda que cuando hubo la crisis del 2008, nuestra industria textil rápidamente desarrollo alternativas al primer mundo y encontró en Venezuela un destino interesante. Sin embargo, ahora los problemas cambiarios en ese país vinculados a decisiones políticas hacen que la asignación de divisas sea muy arbitraria y termina siendo una traba enorme al comercio. En la medida que no le da divisas, la empresa no paga sus obligaciones y ese flujo comercial muere.
- Es decir que la actual crisis en Venezuela tarde o temprano impactará en las exportaciones.
- Ya está impactando negativamente. Ahora toca buscar nuevos mercados, pero esta búsqueda es un proceso exigente, lento, riesgoso. El exportador tiene que invertir muchos recursos en enviar muestras, hacer conocida su marca y producto, no es algo que se logra fácilmente y va acompañado de muchos riesgos.
- ¿Qué medidas debe adoptar el gobierno con nuestros vecinos?
En el comercio hay ida y vuelta, cuando un país pone trabas a la ida debería recibir un trato equivalente al ingreso. Es decir, las exportaciones de Ecuador y Colombia deberían recibir un tratamiento similar al que están recibiendo las exportaciones peruanas. Eso es lo que comercialmente se conoce como retaliación. Evidentemente, la retaliación es negativa, pero es más condenable que un país por proteccionismo empieza a administrar medidas de cierre de los mercados. El objetivo no debe ser sancionar al país, sino reestablecer el comercio. Ellos tienen que sentir la misma urgencia que nosotros de restablecer el comercio.
- ¿Ha habido algún acercamiento con la ministra de Comercio Exterior?
- Se requiere una actitud muy proactiva del Gobierno para defender los intereses exportadores peruanos y existe, pero solo parcialmente. Hace un tiempo, Chile nos ponía restricciones a la exportación de palta alegando un riesgo fitosanitario. Perú se va pasó varios meses alegando que ese riesgo no existía, y finalmente la autoridad chilena lo reconoció, pero a pesar de eso no se habría las fronteras para la palta peruana. Entonces, en ese momento, el ministro de Agricultura Milton Von Hesse le dijo a que su contraparte chilena que el Perú estaba estudiando tomar medidas fitosanitarias contra la exportaciones de manzanas y peras chilenas. Eso inmediatamente allano el camino. Ese incentivo es el que falta y debe asumirlo el gobierno.
- La situación en China no mejora y los problemas con las barreras al comercio con nuestros vecinos no se disipan, ¿cuál sería el efecto para el sector exportador?
- El sector exportador peruano es el sector formal por excelencia. Cuando analizas la economía peruana descubres informalidad por todos lados en proporciones altísimas. En el caso de la exportación el cien por ciento es formal. No hay forma de exportar informalmente, salvo el contrabando y formas delincuenciales. Cuando se retrae la actividad exportadora se está retrayendo la actividad formal de la economía. Entonces, el daño es doble porque hay menos actividad y esa menor actividad le corresponde al sector formal que es el que tributa, contribuye con la seguridad social, etc.
- ¿Por qué dice que existe una vocación punitiva del gobierno con las empresas?
- La escala de multas de la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (SUNAFIL) es punitiva para las empresas que sean sancionadas y solo las empresas grandes van a cumplir con ese tamaño de multas. Lo que va a ocurrir con las empresas pequeñas es que a pasar a la informalidad. Cuando el castigo es desproporcionado el objetivo se vuelve perverso, en lugar de lograr el objetivo que es propiciar el empleo digno, éste se va ir reduciendo porque cada vez habrán menos empresas dispuestas a ser fiscalizadas de la forma tan exigente que pretende hacer el gobierno. Y esa actitud del gobierno se extiende a todo: los reglamentos de la municipalidades, todos los organismos del Estado (Senasa, Digesa) tienen una vocación fiscalizadora excesiva. Lo que nosotros decimos es que esto se traduzca en premios y no en castigos, es decir si una empresa hace lo que el gobierno pide y cumple con toda esta cantidad de requisitos que le pone debe ser recompensado por estar dando un empleo digno.
- ¿Recompensado?
- Así con medidas que le permita compensar el mayor costo que está asumiendo para dar un empleo digno. Ahora es al revés. Si tú no cumples todas las exigencias o fallas en cualquiera de ellas, el castigo es muy severo y te va causar el cierre de la empresa. No hay un efecto deseado.
- Pero el gobierno debe exigir el cumplimiento de las leyes laborales.
En el sector exportador, como en el agrícola la mayoría de empresas que exportan tienen que cumplir con exigencias laborales muy altas; que son las que imponen los compradores de los países desarrollados. Por ejemplo, un supermercado en Inglaterra le exige al proveedor de hortalizas o alcachofa que tenga a todos sus trabajadores en planilla con el pago de sus beneficios sociales, así como que debe otorgarle seguridad ocupacional, elementos de trabajo, uniformes, etc. Si hay alguna exigencia al exportador de su cliente, y el cliente manda empresas que lo auditan y confirman que está cumpliendo todas las normas. Ya no necesitas más, se está cumpliendo. Entonces, abundar con más sanciones a estas empresas es un riesgo innecesario.
- Pero si ya se está cumpliendo, entonces no tendrá problemas con la Sunafil.
- La diferencia es que el proveedor latinoamericano que quiere venderle a ese mercado invierte lo necesario para conseguir y hacer el negocio. Es decir, invierto X y mi posibilidad de venta es mayor, y la ganancia es mayor, entonces hago el negocio. Pero esa no es nuestra realidad, la gran mayoría de las empresas peruanas no pueden sostener los beneficios que se otorga a todos los trabajadores. Las que pueden hacerlo bienvenidas que lo hagan, pero a las que no pueden hacerlo tampoco puedes condenarlas a la informalidad.
- Se refiere a las pequeñas y medianas empresas exportadoras.
- Que son la gran mayoría, más de 7 mil Pymes. Que si las ves desde una perspectiva del monto exportador no son significativas, pues son opacadas las empresas mineras, pero sí lo son en el número de empleos que generan.
- Entiendo, entonces que las Pymes exportadores no están cumpliendo los estándares laborales que están exigiendo el Gobierno…
Sí, claro que lo cumplen. Pero a costo de perder mucha competitividad. Por ejemplo, un lactario no es una exigencia que vamos a encontrar en países vecinos. Está muy bien, pero lo debería poner la empresa que pueda hacerlo. Y la empresa que no pudiendo hacerlo, hacer un esfuerzo y lo pone debería premiarse.
SALARIO MÍNIMO Y AGREGADOS COMERCIALES
- En la agenda está en discusión el salario mínimo, esto puede tener un impacto en todas las mypes exportadoras, ¿cuál es la posición de Adex?
- Nosotros hemos revisado las estadísticas y en este momento no se justificaría un incremento en el salario mínimo vital. Aún estamos con un margen a favor desde el último aumento incremento. Un aumento tiene que estar de la mano con las capacidades reales de la economía. Por ejemplo, en agricultura, el salario mínimo vital dejó de ser una referencia, ya en la mayoría de ciudades de la costa peruana se paga un salario mucho mayor que el mínimo, y esto es solo producto de oferta y demanda. Existen momentos del año donde empiezan las campañas de nuevos cultivos y toda la mano de obra es absorbida, y las empresas compiten para jalarse a gente con más experiencia y conocimiento y los sueldos se disparan hacia el alza.
- Esto es en el sector agroexportador …
- Sí, y lo ideal es que esto ocurra en los demás sectores para lo cual necesitamos que la economía siga creciendo, esa es la mejor manera de asegurar el incremento del salario de las personas. Ahora, evidentemente, no debemos dejar que el salario mínimo se desfase mucho porque eso acrecienta la demanda interna, pero como digo en estos momentos no es adecuado.
- ¿Cómo evalúan los agregados comerciales
- Estamos a la expectativa que se complete finalmente la medida. Esa ha sido una vieja batalla que se ha peleado luego de muchos forcejeos pasaron al ámbito del sector, es decir el Mincetur. Han habido un concurso se han cubierto las vacantes, pero aún no se pueden obtener los beneficios esperados. Pero si creemos que es una herramienta indispensable para promover nuestro comercio. Pero se necesita que las personas que ocupan ese cargo rindan cuentas de su labor y sean evaluadas profesional y técnicamente para asegurar que siempre brinden los servicios de calidad.