Está en la mira de todos. Dicen que despacha con los ministros, que ella cogobierna, que tiene aspiraciones presidenciales, que busca figurar. Esta mañana una radioemisora dedicó un amplio espacio para criticar su actitud en 'salir del protocolo' al llegar junto con su esposo al aeropuerto de Santiago de Chile.

Casi todas la tiendas políticas y los gremios empresariales han alertado sobre una posible candidatura de Nadine Heredia a las elecciones presidenciales que se avecinan. Y ella afirmó en reciente entrevista a CNN que no sueña con ser presidenta. ¿Si se anima a hacerlo, afectaría al país, más allá de lo constitucional? ¿Alejaría las inversiones como dicen algunos empresarios opositores al gobierno?

Para la revista británica The Economist, si la primera dama tuviera aspiraciones presidenciales, ello no afectaría las inversiones en el Perú. "(La candidatura) no es un problema. El problema es más sobre las debilidades que el sistema, problemas de gobernanza pública, de corrupción, de ineficiencia en el gobierno. Esas sí son cosas que los inversionistas miran", afirmó la directora regional para América Latina y el Caribe, de la Unidad de Inteligencia de The Economist, Irene Mia.

Mientras tanto, Heredia sigue en portadas de diarios y revistas, criticada y alabada, odiada y adorada. Corren las apuestas.