Para que no quede duda de ese peculiar cinismo del que ha hecho gala en otras ocasiones, la soga alrededor del cuello de Julio Gagó empieza a ajustarse más tras la difusión de audios que evidencian su relación con la empresa Copy Depot y la decisión de Fuerza Popular de separarlo de su bancada en el Congreso. Es decir, sus esfuerzos por negar cualquier tipo de vínculo con las ventas de esta compañía al estado quedaron en nada.

La decisión fue dada a conocer por la hija del exdictador Alberto Fujimori a través de su cuenta en Twitter y confirmada por Luz Salgado en Agenda Política.

"En este momento Julio Gagó queda separado de Fuerza Popular y a disposición del Ministerio Público, de la Comisión de Ética y lo que esperamos es que pueda resolver este problema, dar las justificaciones que crea convenientes, pero por lo pronto hoy ya no está en la bancada Fuerza Popular", señaló.

Aprovechó además para marcar distancia del caso y aclarar que lo que suceda desde ahora con Gagó será únicamente su responsabilidad, a la vez que calificó lo hecho por este de 'deprorable'.

"Es su responsabilidad. Es lamentable, muy lamentable. Todos los congresistas no tenemos empresas. Sabemos que cuando entramos en política no podemos venderle ni un pañuelo al Estado (...) Tú no te puedes aprovechar de la condición de poder que te da el pueblo. Deplorable", expresó.

Pero lo que debería llamarnos la atención es que no ha existido una condena pública ante un hecho del que ya no se manejan solo indicios sino pruebas. Con mayor razón viniendo de un grupo político que, aprovechando la memoria frágil del país, no pierde oportunidad para autoproclamarse los abanderados de la decencia, cuando se nota a kilómetros la pata de la que cojean. Ojo, no han decidido separarlo, "han aceptado su pedido" de suspenderlo mientras duren las investigaciones.

Pero, bueno, es el fujimorismo. Y el acusado, esta vez, es el mismo que alguna vez se puso de escudo humano de Alberto Fujimori. ¿Qué podíamos esperar?.

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