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Sobre los orígenes del 8 de marzo en la revolución rusa

Muchas versiones circulan sobre los orígenes de la celebración del Día Internacional de la Mujer. Muy pocas, sin embargo, rescatan un hecho fundamental: la relación de esta celebración con la Revolución Rusa de 1917. Y es una lástima, porque es una historia fascinante.

Publicado: 2014-03-08

Sobre los orígenes del Día Internacional de la Mujer, celebrado el 8 de marzo, existen diversas versiones. La más conocida señala que en esa fecha, en 1908, ocurrió un incendio en una fábrica textil de Nueva York en el que habrían muerto quemadas (encerradas en el local por su propio patrón) más de un centenar de obreras que hacían huelga exigiendo mejoras laborales. 

La historia es terrorífica e indignante, pero vale la pena notar, siguiendo el trabajo de las historiadoras Renée Côté y Ana Isabel Álvarez Gonzales, que no existen pruebas documentales de que se produjera un incendio con esas características ese año. El evento más cercano al que es descrito en la historiografía tradicional sobre este tema es un incendio en la fábrica de la "Triangle Shirtwaist Company" donde efectivamente murieron muchas mujeres, la mayoría chicas inmigrantes entre los 17 y 24 años, pero no ocurrió el 8 de marzo de 1908 sino el 25 de marzo de 1911, dos días antes de la primera celebración del Día Internacional de la Mujer. 

Otra versión señala que en esa fecha se produjo una importante manifestación de trabajadoras del sector textil en la ciudad de Nueva York. Pero sucede nuevamente lo mismo: aunque esta manifestación es un suceso real, no se produjo el 8 de marzo de 1908, como se suele referenciar, sino que ocurrió el 27 de septiembre de 1909, cuando los/las empleado/as de la fábrica hicieron una huelga de trece semanas (hasta el 15 de febrero de 1910) exigiendo la jornada de diez horas.

¿Por qué circulan entonces estas versiones? El punto aquí no es negar la importancia de estos eventos en la genealogía de esta celebración, sino entender el por qué de esa inconsistencia en las fechas. En este punto la posición de Álvarez Gonzáles, que reproduce la que encontramos también en los trabajos de las historiadoras Liliane Kandel y Francoise Picq, es de particular interés: la razón de fondo para esta larga serie de “errores” historiográficos, sería en realidad la voluntad de eliminar el carácter comunista que más tarde adquiriría el Día Internacional de la Mujer.

Notemos primero que el protagonismo de las mujeres del Partido Socialista Norteamericano en la historia de esta celebración es innegable: desde 1908, ellas instauraron unas jornadas de reflexión y acción denominadas Woman’s Day, el precedente más directo de la celebración internacional que conocemos hoy. La primera tuvo lugar el 3 de mayo de 1908 en el teatro Garrick de Chicago con el objetivo central de hacer campaña por el sufragio femenino y contra la esclavitud sexual. Pero aunque el precedente es de enorme importancia, nuevamente la elusiva fecha del 8 marzo queda en suspenso.

Lo cierto es que, como era de esperarse, la genealogía de la celebración no puede reducirse únicamente al proceso norteamericano: en realidad, está atravesada por gran cantidad de hechos relacionados con momentos cruciales de la historia del siglo XX, como la Primera Guerra Mundial, la lucha internacional por el sufragio femenino, el creciente auge del sindicalismo femenino durante las primeras décadas del siglo XX tanto en Estados Unidos como en Europa y Latinoamérica, e incluso con la Revolución Rusa.

¿Les parece una exageración? Qué me dicen entonces de esto: en 1917, en plena guerra, las mujeres de San Petersburgo, contrariando las órdenes de las dirigencias de los partidos, realizaron el 23 de febrero (8 de marzo en el calendario occidental) una manifestación pidiendo alimentos y el regreso de los combatientes. Esta manifestación, a la que se unieron masivamente trabajadores y estudiantes, es de hecho considerada por algunas historiadoras como el detonante de la Revolución Rusa. Cuatro días más tarde, el Zar abdicaría y el Gobierno Provisional otorgaría a las mujeres rusas el derecho al voto.

A partir de entonces, el 8 de marzo quedó instituido como Día Internacional de la Mujer Comunista y se celebraría con gran despliegue en todos los países de la órbita comunista, especialmente a partir de los años veinte, con el nombre de Día Internacional de la Mujer. En Occidente, serían en efecto los partidos comunistas los que empezarían a convocar a esta celebración.

Curiosamente, las Naciones Unidas, con ocasión de la celebración en 1975 del Año Internacional de la Mujer, ofreció una versión de los hechos en la que nuevamente se silencian de manera absoluta los sucesos vividos en Rusia en 1917: "El Día Internacional de la Mujer fue propuesto por primera vez por Clara Zetkin, una representante de la Conferencia de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague en 1910.” Punto.


Escrito por

Alonso Almenara

Escribo en La Mula.


Publicado en

Redacción mulera

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