“Escribir como loco, como si tu vida dependiera de eso”
Conozcamos a Augusto Carrasco, mención honrosa en el último Copé de Poesía (2013), y miembro de las promociones poéticas más recientes de Arequipa, ciudad que es uno de los grandes motores literarios del país.
1.
La distinción que Augusto Carrasco (Arequipa, 1985) obtuvo el año pasado en la XVI Bienal de Poesía Copé me permite hacer una rápida y brevísima reflexión sobre la movida literaria en provincias.
Ocurre que en los últimos años, fuera de Lima, se ha estado dando una enorme producción cultural que todavía no es lo suficientemente conocida en la capital. Y esto, entre otros motivos, se debe a una ceguera de la mayoría de medios tradicionales. Pero, también, a una genuina falta de interés de sus gestores por difundirse en Lima. Porque si se tiene recepción en otros países, en otros ámbitos, ¿por qué seguir sujetos —y expectantes— a la mirada limeña?
En el caso de la literatura viva, ciudades como Arequipa, Cusco o Trujillo cuentan con una enérgica actividad que no se restringe únicamente a la realización de recitales, sino que incluye un conjunto de agentes como editoriales independientes o colectivos encargados de la organización de ferias y festivales.
Solo habría que pensar en el festival 'Enero en la Palabra' de Cusco que ya ha cumplido dieciocho exitosas ediciones. Un evento pensado no solo para un público especializado, sino también para aquel que no está tan acostumbrado a disfrutar de la poesía.
En Arequipa, como parte de la oleada de renovación cultural ocurrida desde el cambio de siglo, ha surgido más de una editorial con trayectorias destacadas, publicando tanto a autores nacionales como extranjeros, sea desde la poesía o desde la narrativa. Solo por mencionar algunos casos, podría señalarse a Cascahuesos o, más recientemente, La Travesía.
2.
Augusto ha estudiado periodismo en la Universidad de San Agustín de Arequipa. También ha llevado cursos de gestión cultural. Editó un fanzine llamado El Pasto Verde, preocupado por registrar distintas manifestaciones artísticas, amparándose en explotar las posibilidades creativas del diseño gráfico.
Fue uno de los organizadores de La Colectiva, una experiencia que promovía el encuentro de distintos productores culturales y que abarcaba temas como la literatura, el arte y la gestión cultural en total.
También ha sido miembro del colectivo Demetrio Caicho, que se encargaba de promocionar lecturas poéticas en Arequipa, y del Centro de Recursos para la poesía, una propuesta que busca promover y poner en valor la producción poética arequipeña.
En 2008, publicó la plaqueta Compañeros de viaje. En 2010, el libro Poetas perdidos en 1985, como parte de la colección 'Diáspora' de los sellos editoriales Dragostea y Pasto Verde Records. En 2013, la editorial boliviana Género Aburrido publicó su libro Parabéns. En 2014, con motivo de la celebración del 'Enero en la Palabra', publicó la plaqueta Los esqueletos salvajes, la cual reúne parte de los textos pertenecientes a El humo de la rosa, título con el que logró la mención honrosa del premio Copé.
3.
La personalidad de Augusto lo lleva a valerse de la ironía y el humor en cada circunstancia. Es útil para desarticular o desnudar algunas de las grandes ideas que se ciernen sobre uno de cuando en cuando. Y en esta conversación en dos tiempos se notará en más de una oportunidad. De modo que cuando le pregunte desde qué edad se dedica a la escritura literaria responda: “Supongo que, hablando en términos de mercado, desde los cinco años”.
Un rasgo que también se evidenciará para responder qué elementos podría mencionar como determinantes en su formación. “Complicado. Podría decirte que los amigos, la familia, la poesía, la pintura, el cine, la música, el graffiti, la fotografía, el teatro, la política, los amigos, la calle, el punk, los libros, las vanguardias, los fanzines, la familia, mi ciudad, el Perú, la música, el cine, la pintura, el mundo y así siguen sumando y repitiéndose tantos mundos".
Sin embargo, creo que aquí se muestra muy honesto. Y es que habría que vivir en una burbuja o en una especie de pecera mental como para nutrir el espíritu únicamente de los libros o, en un nivel mayor, a lo que alguna vez se conoció como la 'alta cultura' (en el caso de Augusto lo fueron los de la poesía peruana principalmente). Los tiempos en los que nos movemos nos obligan a reconocer que vivimos en constante interacción con distintos segmentos de la realidad—y la irrealidad—, sean estos complementarios u opuestos entre sí.
Augusto, aparte de las actividades vinculadas con la gestión cultural que ya fueron señaladas, y de la propia poesía, también se desempeña como artista visual y diseñador gráfico. Sobre ambos oficios opinará: “Como artista visual decir 'trabajo' es casi un autogol porque las condiciones de trabajo, para un artista cercano a lo conceptual, en mi ciudad arequipeña de Arequipa (disculpa la tristeza) son jodidas. Como diseñador gráfico sí recibo algún dinero que permite pagar algunas chelas y cuentas. Me gusta diseñar. Me gusta, también, la política. Cuenta como arte ¿verdad? Me gusta cocinar y le entro también al audiovisual”.
4.
Le pido que me hable algo de El humo de la rosa, el libro que envió al Copé. Me explica que viene a ser parte de un proyecto iniciado originalmente en 2008 y que llevaba por título Romántica despedida. Se trataba de un conjunto de textos, que llegó a constar de siete libros, con los que pretendía —como afirma Augusto— “destrozar todo lo que había escrito anteriormente”.
Como no llegaba nunca a una versión definitiva, solo revisaba eventualmente aquellos textos. “Cada cierto tiempo visitaba esas páginas y agregaba o quitaba algunas cosas; lo hacía casi por compromiso, como cuando visitas a un familiar solo para no olvidarte de él”.
La posibilidad de enviarlo al concurso surgió y Augusto decidió hacerlo. “Entonces alguien me pasó la convocatoria y vi una posibilidad de arreglar algunos problemas económicos. Tú sabes, cuando uno está desesperado es capaz de detenerse en una esquina y comprar, con su última moneda, un boleto de lotería. Una locura. Así que busqué en el explorador de Windows y encontré la carpeta que decía RD [Romántica despedida] y luego de revisar todo eso me animé por enviar una parte de este proyecto. Trabajé cuatro de los siete libros que componían esta romántica despedida y los agrupé bajo el nombre de El humo de la rosa. Eso fue lo que envié a Lima”.
Pese a estar convencido de que no tiene nada de especial ser escritor, Augusto hará la siguiente declaración: “El concurso fue una excusa para retomar este proyecto que había dejado de lado durante mucho tiempo. Una bonita experiencia volver a escribir como loco, como si tu vida dependiera de eso, como cuando eras joven y no parabas hasta encontrar esa palabra que se escondía y te punzaba el cerebro”.
La cuestión no estará, entonces, en ser escritor, sino en dejarse someter —hasta volverse un asunto de vida o muerte— por la escritura.
5.
¿Cuál es el modus operandi de Carrasco?
“No me había puesto a pensar en eso. Generalmente solo escribo. Y luego escribo. Y pienso en lo que estoy escribiendo. Y sigo escribiendo. Y cuando me aburre eso entonces lo dejo. Dejo macerando eso. Y me dedico a otra cosa. Siempre hay algo que hacer. Al cabo de unos meses o años reviso lo que había escrito y si está en algodón entonces comienza la etapa de corrección o reescritura. Eso es bien bacán. 'Escribir todo de nuevo', como dice esa canción de Cuchillazo. Es lo más emocionante".
Vitalista, efervescente, en constante intercambio con el mundo, la poesía de Augusto —como se verá a continuación— tratará de librarse de las imposiciones de la gramática, de la ortografía e inclusive de la linealidad común de la escritura.
Siendo alguien de menos de treinta años, la siguiente pregunta es válida. ¿Qué esperar del futuro? ¿Seguirse dedicando a la escritura? ¿Hasta morir?
“No me gusta pensar en el futuro. Tengo muchas cosas que hacer hoy. Lo máximo que me imagino en el futuro es que tendré que implantarme un incómodo chip en alguna parte del cuerpo para escuchar música, revisar mi correo o comunicarme con alguien que está lejos y créeme, esa idea no me emociona para nada. A lo mejor me muero mañana. Mejor así. Sin planes. Lo que tenga que venir, que venga”.
6.
A continuación, una pequeña selección de algunos poemas publicados por Augusto en sus libros, Poetas perdidos en 1985 y Parabéns. Y acá también encontrará algunos textos más.
De Poemas perdidos en 1985 (2010):
De Parabéns (2013):
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