Las ambulancias llegan a los hospitales cada cinco minutos, cuenta Irina desde Kiev, con la voz ronca de tanto gritar, los ojos irritados de soportar tanto gas, la ropa raída por estar agazapada en el piso para no ser presa de los francotiradores. Ha visto caer a un compañero de la universidad, presume que está muerto y lo que ha escuchado es que hay más de 30 muertos, aunque ella cree que debe haber más porque las balas vuelan por todos lados. A través de Skype también escucho los disparos y gritos, y -por instinto- casi me agacho.

La tregua anunciada ayer en Ucrania duró casi nada. Por más que el gobierno ha cerrado el metro y demás vías que permitan llegar a Kiev, con la intención de que los manifestantes no reciban apoyo de otras ciudades, los rebeldes se las han ingeniado y se han reagrupado. Sin embargo, amparándose en la ley 'antiterrorista' que el gobierno ha desempolvado, fuerzas de asalto han salido con todo para desplazar a los manifestantes de Maidan. Disparan al cuerpo, lanzan diferentes gases y los francotiradores esperan el segundo adecuado para jalar el gatillo. 

Las cifras de las fuentes varían: 30, 40 y 50 muertos reseñan en los pocos medios que tienen acceso a lo que está ocurriendo. Más se sabe por las agencias internacionales, por supuesto, ya que nuevamente algunas señales locales están off. Incluso por momentos se corta la señal de Internet. 

"Entre rebeldes y policías hay gente muy joven, entre 18 y 20 años", relata Irina. "Como nosotros, los agentes tampoco han dormido, pero ha llegado un contingente armado de otras ciudades, y ellos son los que están actuando con más violencia", añade.

Los jóvenes ucranianos recuerdan a los policías que ellos se deben al pueblo y no al gobierno, sin embargo las órdenes de Viktor Yanukovich, el presidente, son claras: terminar con la 'revuelta'. Y no le importa que hoy los ministros de Relaciones Exteriores se reúnan dentro de unos minutos para evaluar sanciones contra su gobierno y país. Tal vez el saber que cuenta con el apoyo de Vladimir Putin, cuyo gobierno anunció una 'donación' a su régimen de US$2,000 millones para gastos de logística, motiva su intransigencia. Y es que Putin también ha exigido un gobierno fuerte' en Ucrania.  

Irina considera que mientras avance la noche las acciones de violencia incrementarán, pero tiene la esperanza de que la comunidad internacional invoque a Yanukovich a detener a sus defensores. 

Seguiremos informando.

Aquí puedes ver en directo lo que ocurre en Kiev.

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