El cine de terror en Perú no ha logrado hasta ahora un buen resultado . Cementerio general, un fenómeno de taquiellas, podría considerarse un ensayo, uno que recurrió al efectismo sin respaldo de un argumento sólido o personajes logrados.  

En este sentido, genera expectativa la propuesta de una nueva película de terror local: La cara del diablo, dirigida por Frank Pérez Garland y producida por Gustavo Sánchez y Varun Kumar. Por su parte el guión ha sido coescrito por Pérez y la actriz y dramaturga Vanesa Saba. 

La clave de atmósfera de misterio en la ubicación de la historia en la selva peruana, específicamente en Tarapoto. Se trata de un recurso que busca configurar a la Amazonía como un mundo exótico, extraño, desconocido y que en esa medida, como reza el slogan promocional, jugando con la publicidad turística, "tiene su encanto... pero esconde un secreto".

La historia tradicional de 'el tunche' es empleada por los guionistas para echar a andar los mecanismos del miedo. La fórmula base de las películas de terror adolescente está presente: seremos testigos del viaje por Semana Santa de un grupo de amigos en busca de pasarla bien, muy bien, en un lugar alejado de la ciudad, de la "civilización", del orden establecido. Y siguiendo la ley del género, el bosque responderá truncando las expectativas de los jóvenes.

Esperamos que la combinación de lo macabro y la leyenda popular selvática logre, por fin, impulsar un avance cualitativo ya no sólo en las posibilidades comerciales del género, sino en la producción cinematográfica nacional y por qué no, en el lenguaje del terror. 

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