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Mapa literario de lima

Mapa literario de Lima

Proyecto realizado por la Casa de la Literatura Peruana busca dar a conocer los lugares que marcaron un hito en el desarrollo de nuestra literatura. Aunque por ahora el mapa se circunscribe al Centro Histórico de Lima, se trata de un proyecto que poco a poco irá creciendo en alcance.

Mi país es una fiesta de ebrios, un fragor de batalla, un guerra civil, un silencioso páramo cuyos frutos son jugosos, un banquete de hambres, un templo de ceremonias crueles, un plato vacío tendido hacia la nada, un parque con niños, con guitarras, con fuegos, un crepúsculo infinito, una habitación abandonada, un angustiado grito un vado apacible en el cual se celebra la vida

Sebastián Salazar Bondy

Publicado: 2014-02-07


Queda fijada en la memoria la lucidísima (entiéndase el sarcasmo) reflexión que en una de sus aventuras culinarias por el Centro de Lima realizara en un español digno de un nobel (sigue el sarcasmo) el cocinero y empresario Gastón Acurio al ver la Estación de Desamparados, donde actualmente viene funcionando la Casa de la Literatura Peruana: “Acá está la Estación de Desamparados que la han convertido en la Casa de la Literatura Peruana. Yo hubiera preferido que fuera un mercado, un lindo mercado. Pero bueno, son cosas del destino”:


Este sueño de Acurio por convertir todo el Perú en una gran olla de carapulcra para vender como relleno de sánguches, al más puro estilo de la comida rápida que contraviene la esencia misma de la cocina, es solo un síntoma de nuestros tiempos. Tiempos en que la construcción de nuestra realidad está determinada no por la lectura que tienen nuestros intelectuales de ese gran e inaprensible texto llamado Perú, sino por un plan de marketing que apela a los sentimientos más básicos de identificación que tenemos como colectividad, como sociedad. En ese escenario la comida peruana representa, literalmente, el caldo de cultivo en que se cocina y negocia nuestra identidad “mestiza”; una categoría que busca borrar las diferencias en una sola y gran categoría aparentemente inclusiva.  

La visión de Gastón es aberrante, no por un snobista sentido que determina que la cultura letrada es más importante que la gastronómica, por ejemplo; sino por el sesgo que su expresión esgrime, y que se evidencia en la elección de un mercado (lugar en que se compra y vende, en que todo tiene un precio que se negocia) en lugar de una casa museo de la literatura (que no se vende, que es intangible; ergo, en la lógica capitalista de Gastón: sin valor) como símbolo de progreso. De este modo aquello que no puede generar plusvalía no tiene cabida en esta nueva República del arroz con mango de la que Acurio funge como uno de sus más destacados próceres.


Sin embargo, ya sea por darle la razón o por cosas del destino, como mencionaba el mismo Acurio, en los últimos años muchos de los lugares que antes habían sido tomados por la literatura, y las actividades vinculadas a esta, han devenido, en el mejor de los casos, en mercados o restaurantes y en otros en discotecas primero y en tiendas por departamento después. 



Casona donde antiguamente funcionaba el palais concert


Con la intención de que este tipo de historias que forman parte de nuestra rica cultura viva peruana, y particularmente limeña, no se pierda, la Casa de la Literatura Peruana ha creado un mapa literario de Lima; este mapa da cuenta de diversos puntos en que se desarrolló la actividad literaria durante los años veinte del siglo XX hasta nuestros días. Uno de los últimos puntos consignados, por ejemplo, es el Parque de la Exposición en que se logró reunir a 4000 personas en la inauguración del Festival de Poesía de Lima hace un par de años. 

El proyecto ha sido desarrollado por Renzo Farje y Kristel Best Urday: "Es Kristel quien identifica la falta de interacción entre el público, su ciudad y la literatura, a pesar de que existe mucha literatura que se desarrolla en la ciudad, sobre todo a partir de los años cincuenta", menciona Farje, con quien tuve la oportunidad de conversar hace unos días sobre este proyecto.

Desde luego, las primeras oleadas migratorias de Lima a partir de los años treinta van a tener un impacto en el rostro de la ciudad pero también en su espíritu; quizá la primera generación que da cuenta de este cambio es la generación del cincuenta, donde, sobre todo en narrativa, se empieza a desarrollar una literatura urbana. Allí está a comienzos de los años cincuenta Enrique Congrains, Mario Vargas Llosa, Julio Ramón Ribeyro, Oswaldo Reynoso; entre otros.

"Otra mirada importante es aquella de los poetas que vienen de provincia y hablan de su relación conflictiva con la capital. Allí están Césareo Martínez y Juan Ojeda, en los años sesenta, por ejemplo. Los cambios que ha habido en el imaginario de la ciudad parten de esas lecturas y son contrastadas con los cambios físicos, es decir urbanísticos. La ciudad siempre se está construyendo", señala Farje mientras recuerda que aún ahora muchas personas mayores visitan el local donde antes funcionó el mítico Bar Palermo, donde actualmente se ha montado una librería de textos y saldos literarios. "Se quedan mirando el lugar como si pudieran transportarse a esos años de bohemia".

El bar Palermo era un punto importante en la movida sesentera y setentera. Allí se reunían poetas de muchas generaciones, desde las más recientes como los horazerianos hasta figuras míticas como Martín Adán. Otra leyenda urbana cuenta que fue en el Palermo que el historiador y rector de la Cantuta Juan José Vega fue agredido por Juan Ojeda, quien le lanzó una silla por razones no conocidas, y cuando quienes acompañaban a Vega quisieron darle un escarmiento a Ojeda, el historiador, aún adolorido exclamó: "No le hagan nada, él es un poeta".


"La idea del mapa literario no es algo nuevo. Santiago, Londres; muchas ciudades tienen sus mapas, pero casi siempre juegan con el concepto de la ficción y el componente gráfico. Nuestro proyecto, en cambio, busca retratar todo el sector literario que está compuesto no solo por los autores, sino por librerías, imprentas, puntos de reunión, bares incluso. Todo un circuito en el que se encuentra inmersa la literatura".  

Ciertamente eran años estos, entre los cincuenta y setenta, en que en el centro de Lima se concentraba una importante labor cultural vinculada a la literatura, y esto debido a que hasta esos años aún funcionaban en el centro de la ciudad dos de las más importantes universidades, la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), cuyas instalaciones se encontraban en la Plaza Francia y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), que se ubicaba donde actualmente funciona su centro cultural, frente al "Paque Universitario". 

Sin duda quienes mantenían vivo este circuito literario compuesto por librerías (Mejía Baca, La Familia, Moncloa), imprentas, editoriales (Milla Batres, Horizonte, Peisa, Populibros Peruanos), bares (el Palermo, Cordano, Queirolo), y otros puntos de concentración, eran los universitarios. Por esa razón no es de extrañar que al cambiar de sedes tanto la PUCP como la UNMSM muchos lugares terminaran por dejar de funcionar.

Por esta razón, Farje señala finalmente: "El público al que apuntamos es aquel que está interesado en la literatura, aunque sea de una manera muy general. Creo que al acercarse al mapa encontrarán cosas muy valiosas. Al ser la lectura una actividad solitaria y pasiva, reflexiva, la idea de este mapa es pensar en que la acción de leer puede vincularse a la de caminar, a la idea de que quien sigue el mapa puede realizar una inmersión en la ciudad que los escritores han construido desde sus imaginarios y contrastarla con aquella que transitas". 


Dato:

Actualmente funciona un restaurante de menúes donde antes tenía sus intalaciones la librería Juan Mejía Baca (al costado de Huérfanos en Jirón Azángaro). Punto para Acurio.


* El Mapa Literario de Lima se puede conseguir gratuitamente en la Casa de la Literatura Peruana, librerías y centros culturales.




Escrito por

Víctor Ruiz Velazco

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Publicado en

Redacción mulera

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