Son escudos humanos, soldados, traficantes, víctimas de torturas, asesinatos o de detenciones sumarias. Esta es la cruda realidad que viven los menores en Siria, un país donde los niños ya no pueden ser niños.

A pocos días del inicio de la segunda ronda de negociaciones de paz entre el régimen de Bashar al Assad y los opositores sirios salen a la luz revelaciones preocupantes. Desde el inicio del conflicto sirio, al menos 10,000 menores han muerto, muchos de ellos producto de ataques “indiscriminados y desproporcionados". Así lo señala un informe del Comité de Naciones Unidas para los Derechos de los Niños, sobre violaciones contra menores perpetradas en Siria.

Se trata de un detallado listado de atrocidades cometidas "por todos los bandos". Y es que en los tres años del conflicto, nadie se salva de la barbarie: mientras los rebeldes sirios cuentan en sus filas con niños soldado, el gobierno Al Assad tortura a menores de edad en sus calabozos. 

El documento de 18 páginas detalla, a partir de los testimonios de víctimas o refugiados fuera del país -debido a las “graves limitaciones” para “informar de manera independiente” sobre el terreno-, secuestros, asesinatos y ejecuciones a sangre fría. 

Además tres millones de niños viven desplazados dentro del país sin acceso a educación o sanidad y casi un millón se refugia en países vecinos donde su suerte no es mucho mejor.

Torturas y detenciones

El gobierno de Damasco detiene a menores y utiliza los mismos métodos de tortura que a los opositores detenidos, a quienes  también encierra en las mismas celdas. Con el pretexto de estar vinculados con grupos de rebeldes, “niños de tan solo 11 años, habrían sufrido malos tratos y actos equivalentes a tortura para obtener confesiones, humillarlos o presionar a un pariente para que se entregara”, señala el informe.

Muchas de estas detenciones, calificadas de “sumarias”, se producen en escuelas, hospitales, puestos de control o en sus propias casas.  Además, en muchos casos no se informa nunca a las familias y su paradero sigue siendo desconocido. 

Los métodos de tortura empleados contra los menores son escalofriantes: palizas con cables de metal y látigos, aplicación de descargas eléctricas en los genitales, arrancar las uñas de las manos y los pies o simulacros de ejecución.

“Los niños también fueron suspendidos de muros o techos por las muñecas u otras extremidades, obligados a meter la cabeza, el cuello y las piernas por un neumático mientras eran golpeados”, detalla.

Como escudos humanos y soldados

La instrumentalización de los niños no tiene límites. También son usados como escudos humanos durante las ofensivas del ejército del gobierno. El documento señala como, en la ciudad de Homs, los soldados sacaron a niños de la escuelay alertaron a los rebeldes que no debían disparar porque el Ejército tenía a los menores en su poder. 

Otras de las preocupaciones que destaca el informe, es la proliferación de niños soldado, principalmente en la zonas bajo control rebelde. Se trata de menores de entre 12 y 17 años reclutados por grupos opositores armados, bien para enviarlos como combatientes a la línea de fuego, realizar tareas de apoyo en el frente, como contrabandistas, espías.

Consulta el informe completo aquí

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