Su frondosa cabellera rubia la destaca entre hombres y mujeres. Los unos y las otras no escatiman en detallar más virtudes: bella, sexy, inteligente, segura de sí misma, esposa y madre. Pero más allá de eso, Alejandra Lagunes Soto ha labrado su presente laborando en el mundo de las comunicaciones, en las relaciones públicas y, sobre todo, en las redes sociales, y hoy en día es una de las manos derechas del presidente mexicano Enrique Peña Nieto.

Nacida en el distrito federal, es licenciada en ciencias de la comunicación por el Instituto Tecnológico de Monterrey, con estudios de comunicación política, psicología política e imagen pública. Todo ello le ha permitido ser contratada -desde el 2009- por aspirantes a cargos públicos (parlamento y gobiernos municipales) para que les haga marketing político, comunicación online, reputation management y producción de contenidos en redes sociales. En el 2011 las cámaras la buscaban tras su exitosa campaña por internet a favor de Eruviel Ávila Villegas, quien con su ayuda se convirtió en gobernador del Estado de México.

Y este hecho determinó que el candidato Peña Nieto la contratara para encargarle su campaña electoral presidencial en las redes sociales. Todo un reto, y siguiendo el modelo de Barck Obama. 

Si bien poco o nada pudo hacer ante la metida de pata del ahora presidente cuando en plena Feria del Libro de Guadalajara no 'recordara' tres libros que marcaron su vida, lo que le costó ser apabullado en las redes, Lagunes Soto -contra el recelo de algunos dirigentes del PRI- creó la cuenta de Peña Nieto en Facebook y en tiempo récord alcanzó el millón de “fans”. En Twitter logró 30 mil seguidores en apenas 48 horas. ¿Cómo no quererla? El resto de la historia ya la sabemos: su empleador ganó la presidencia, y aunque ello no se debió exclusivamente a la campaña de Alejandra, ésta hizo más que suficiente y hoy es una de las engreídas del gobierno mexicano.

Tanto en campaña como ya en el mando, Peña Nieto ofreció un México más incluyente y competitivo, para lo cual había que “insertarse estratégicamente” en la sociedad del conocimiento. “Internet estimula la productividad, crea oportunidades de negocio, reduce la brecha del conocimiento y fortalece la democracia. Además, permite un mayor acercamiento entre ciudadanos y gobierno, y contribuye a mejorar la calidad y equidad en la provisión de servicios públicos”, dijo.

Y, claro -ya adivinó, lector- esa tarea la ha dejado en manos de Alejandra Lagunes, quien se encargará de la estrategia digital nacional del gobierno federal. El propósito es ambicioso: que México lidere la lista de países latinoamericanos conectados de la OCDE, por un lado, y la conectividad para los 70 millones de mexicanos que no tienen Internet (he ahí el verdadero reto).

"Soy una voyerista del Twitter, todo el tiempo estoy conectada", ha confesado a los medios mexicanos, en referencia al monitoreo que hace de las redes sociales.