A pesar de que la canciller alemana, Angela Merkel, aseguraba hace unos días que las relaciones entre EEUU y la potencia europea "no se arreglarán fácilmente", su encuentro de hoy con el Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, tenía un objetivo claro: reafirmar la amistad bilateral más allá del espionaje.

Así, la primera visita a Alemania de un alto representante del gobierno estadounidense desde que saltó el escándalo de las escuchas a Merkel por parte de la NSA, resalta la búsqueda de una "visión común".

"Existen problemas pero tenemos una visión común y nos entendemos desde hace décadas", señaló Kerry. "Somos socios en el mundo. Superaremos las diferencias. Esto no dañará nuestras relaciones", sentenció bajo la atenta mirada de la canciller alemana en Berlín. 

En la misma linea, Merkel reconoció ante Kerry que existen "dificultades" surgidas tras el escándalo del espionaje, pero dejó claro que la relación entre las potencias está por encima de "los baches que surgen en el camino". 

Eso sí, el gobierno alemán no termina de confiar en EEUU y sigue reiterando su preocupación por los polémicos programas de espionaje. En esa linea, el ministro alemán de Interior, Thomas de Maizière, instó a EEUU a realizar un "gesto" que repare el daño de las escuchas masivas de sus servicios secretos.

"Es necesario un gesto por parte de Estados Unidos a su socio más estrecho al otro lado del Atlántico", afirmó el ministro alemán tras recalcar los "daños políticos" que han causado las revelaciones del extécnico de los servicios secretos estadounidenses Edward Snowden.

La cruzada de Merkel contra el espionaje

Las turbulencias siguen empapando las buenas relaciones bilaterales de estos países desde que salió a la luz el espionaje masivo, que forzó al ejecutivo alemán a mandar una delegación a EEUU.

Incluso la revista Der Spiegel señalaba hace una semana que la fiscalía general alemana plantea abrir un proceso en contra de EEUU. Así, el fiscal general, Harald Range, examina desde hace meses si hay suficientes indicios para abrir un sumario por el espionaje realizado en suelo alemán.

A pesar de que Obama asegure que mientras él sea presidente Angela Merkel no será espiada por sus servicios secretos, el Ejecutivo alemán no desviará su atención a la implementación de las medidas propuestas por el estadounidense. Eso sí, asegura que mantendrá el diálogo con Washington.

"Se trata de encontrar un balance entre la seguridad de un estado y la esfera de privacidad a la que tienen derecho los ciudadanos en Alemania", apuntó ayer el portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen, según información de Efe.

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