En la película Casablanca, un nostálgico Humphrey Bogart le dice a una aún más desconsolada Ingrid Bergman: “Sólo nos quedará París”. Haciendo el mismo ejercicio mental, pero como referencia al puerto de Ilo o a Arica ¿un Pedro Brescia le diría eso a un Roberto Angelini? Ambos empresarios y zares de la pesca peruana y chilena, respectivamente: "...sólo nos quedará Ilo o Arica". 

¿Cómo encontró el fallo a Corpesca?

La situación del Grupo chileno Angelini, cuya matriz es AntarChile y quien opera Corpesca, el conglomerado pesquero con mayor cuota de extracción de biomasa y producción de harina de pescado en Chile: sólo en captura posee el 51.1% de participación de mercado, siendo tercera a nivel global en 2011 según portal Mundo Acuícola Pesquero, se decía que la situación de esta corporación ante estas cuotas sería (insértese el ‘condicional’ en la mente por favor) auspiciosa pasado un día del fallo de La Haya que le otorgó a Perú 50 Km2 de espacio marítimo y 80 millas de línea paralela a Chile.

Sobrino de Anacleto Angelini fundador de la corporación AntarChile, Roberto Angelini (65 años) es un hombre de tono diferenciado en los negocios. El grupo diversifica sus actividades desde extracción de materias primas en el área forestal, minera, de celulosa pasando por energía y terminando en el segmento pesquero a través de la mencionada Corpesca. Línea de producto que ha sabido capitalizar con márgenes de rentabilidad más que propicios, después de dos años poco felices: en el 2013, de acuerdo a Arturo Natho Gamboa, el reciente gerente general de la empresa pesquera, el ‘ebitda’ (ganancias antes de impuestos, intereses, depreciación y amortizaciones, es decir, resultado financiero entendido como ‘negocio puro’) de la compañía le permite generar más de US$50 millones en utilidades (en 2012 éstas llegaron apenas a poco más de US$1.4 millones). Se cuenta además la expansión regional, como en Brasil en el 2013 donde el grupo compró una planta para procesar productos con mayor valor agregado y dirigidos al segmento nutricional: concentrados y aceite de soya.

[NOTA. Al tercer trimestre de 2013, de acuerdo a Natho, la empresa obtuvo utilidades por US$12.1 millones. En el mismo período del 2012, el resultado fue negativo en US$11 millones].

2013 fue un buen año. A la expansión en Brasil y buenas ganancias, se debe sumar el inicio de operaciones de la planta Golden Omega ubicada en Arica – Parinacota, donde la inversión sumó US$51 millones. Es un gran salto porque la apuesta por el rubro nutrición a través de una planta productora de Omega 3, dejaría a Corpesca en una evidente situación de liderazgo en la industria con la generación de un producto con valor agregado.

Según La Tercera, las inversiones presupuestadas para el 2014 reflejarían un estimado para el ejercicio de US$35 millones; proyección frugal considerando el gasto de la operación en Brasil y la reciente planta de Omega 3. Sin embargo, el alto directivo de Corpesca explica que la idea es optimizar tramos operativos: “Esperamos mejorar algunos procesos y tener eficiencias”. Esto hace suponer que parte del presupuesto irá a la refacción o compra de barcos incrementando o reparando las 47 embarcaciones refrigeradas que ya posee la organización. Del cálculo programado se destinarían US$9 millones para una nueva planta de conservas en Arica que funcionaría en abril próximo.

Ante estos números, es complejo e imposible preguntarse por qué esta compañía realizó –de acuerdo a La Tercera-, entre el 2010 y 2011 una suerte de ‘cabildeo’ ante la cancillería y delegados de Chile de cara al fallo de La Haya, por qué la ayuda en la contramemoria expuesta por el gobierno chileno en la Corte, por qué la parquedad de Roberto Angelini ante la posibilidad de generar negocios en Perú, por qué la tenue voluntad, entusiasmo y reiterada negativa de Angelini de comprar una pesquera peruana, por lo menos de formato ‘junior’, reacción que provocó –según La Tercera- en noviembre 2012 una poco feliz frase o broma de Juan Francisco Raffo, empresario peruano quien dirigiéndose a Angelini ante tanta preocupación y movimiento de cara al dictamen de La Haya: “...debió comprarse una pesquera en Perú para así poder pescar en aguas peruanas y chilenas”; en suma, ¿por qué la taimada actitud por parte de Corpesca?

La primera respuesta que salta es el mal año en capturas que consideró Corpesca en el 2011 y el aún más nocivo año del 2012, el peor de la década, cuando las ventas no superaron los US$546 millones para una empresa acostumbrada a facturar por encima de los US$600 millones. Eso generó cautela. 

Otra respuesta que se ensaya es la que reza que no en todos los sectores los chilenos, son bien ‘recibidos’ en el Perú. La venta retail, la banca, las finanzas, los servicios parecen ser buenas tribunas de negocios para Chile en el Perú; pero con la pesca se hace –aparentemente-, una excepción. Es un hecho que el mismo Angelini declaró ante La Tercera:  “El Perú no está en la cartera de inversiones nuestras”, añadiendo otro tanto el ex gerente general de Corpesca, Francisco Mújica al mismo medio: “El chileno en ese ambiente (pesca peruana) no está bien visto”.

Por último, el ‘sabor amargo’ que dejó la resolución de La Haya a Angelini y el resto de la patronal de la pesca industrial chilena, pese a que la Corte hizo amague de equidad, podría ser una desmotivación y generador de poca resiliencia por parte del grupo sureño, que sólo ha guardado silencio respecto a lo dicho por el ministro de economía de Chile, Félix de Vicente que en Arica mencionó hoy que pasadas 20 millas, se capturan especies como el bacalao, la palometa, el tiburón albacoa y el pez espada dando a entender que serían ‘opciones’ para Perú, pero ellos (los chilenos) seguirán con la anchoveta, jurel y perico porque éstos crecen y se capturan hasta las 20 millas.  

‘No hay problema, no tenemos porqué desesperarnos’ es el mensaje.

Mientras tanto en el Perú...

La patronal de la pesca en Perú, encarnada en conglomerados como Tasa (del grupo Brescia), Copeinca (grupo Dyer), Austral (capitales noruegos), Diamante, Exalmar y Hayduk de capitales peruanos, de alguna manera tienen una situación ‘cómoda’. 

Con un atávico 30% de cuota del mercado internacional de harina de pescado y ahora aupados con 50 mil km2 de ‘nuevo´ mar, el gremio industrial ahora seguirá con sus recurrentes conflictos ministeriales con la ministra Gladys Triveño respecto a cuotas de captura, vedas, impuestos, depredación y regulación. Por otro lado, Humberto Spezziani, ex presidente de la Sociedad Nacional de Pesquería, señaló al diario Gestión que “Perú no perdió ni ganó en la pesca de anchoveta, pero sí recuperó una zona de captura de otras especies”. Otro tanto menciona Patricia Majluf, bióloga del Centro para la Sostenibilidad Ambiental de la Universidad Cayetano Heredia: Majluf cuando deja entender que el ‘recién estrenado mar peruano’ beneficiará la actividad pesquera industrial. Comodísima la situación entonces para el Perú.

De alguna manera, también el ministro de economía chileno ya les hizo la ‘tarea’ a la patronal local, diciéndoles qué pescar y dónde hacerlo.

A estas alturas, ni siquiera hay necesidad de deshojar margaritas: Angelini –pese a todas las buenas nuevas traídas por La Haya para Perú y las cifras de su empresa- no ‘suelta prenda’ y ahí se queda.

¿Alianzas? ¿Sinergias? En todo caso eso lo decidirá la biomasa, el nivel de captura, la facturación y la capacidad de planta, sin contar el clima u otros riesgos no sistémicos claro está.

Especulaciones

Por el lado de Corpesca, se tiene que con un gasto de más de US$50 millones en un planta procesadora de alimentos, US$9 millones en conservas y un Angelini y su estratega Natho con pocos estímulos de ver hacia el puerto de Ilo como posibilidad, complicado que se abra una operación en Perú, léase: compra de una pesquera ‘junior’ o una planta ‘piloto’.

Por el lado de la patronal local, se tiene que la atención ahora se centra en la captura, mejoras en las flotas para la captura mar adentro de otras especies, 'trompeaderas' con la doctora Triveño y una probable recomposición del mercado con la inminente compra de la Pesquera Diamante por parte de fondos de capital de riesgo chinos, empresa valorizada en US$850 millones.

¿Qué queda? Por un lado y de momento se descartarían la creación de alianzas, sinergias, asociaciones estratégicas u otro tipo de sociedad que permita la extracción mutua entre las patronales peruanas y chilenas.

De acuerdo a la lógica de un hombre de negocios como Angelini, se esperaría que primero éste observe el panorama general de la operación de su flota ante nuevas condiciones en las zonas de captura, para luego analizar qué se va a hacer. Estrategia pura.

Pasadas estas tácticas, se distinguirá quién coquetea a quién o quién suelta el pañuelo primero. ¿Será Brescia? ¿Dyer? O quizás Angelini dé la sorpresa.

A esperar el coqueteo. Sino, sólo les quedará Ilo o Arica efectivamente.