Un nuevo elemento surge como alternativa rentable para desplazar a la hoja de coca. Se trata de la palma aceitera, cuya producción abarca 60 mil hectáreas y se proyecta a 600 mil si es que se aprovecha su potencial de cultivo. Pero eso no es todo, ya que el 60% del área cultivada pertenece a medianos y pequeños agricultores. Sin lugar a dudas, una buena oportunidad de desarrollo.

Una muestra del buen trabajo que se realiza con la palma aceitera es la Asociación Agropecuaria 'Nuevo Amanecer' de Huánuco, cuya presidenta, Gladys Díaz, rescata que la clave de su éxito se basa en no ir a lo más simplista, en relación a la hoja de coca, y saber apostar por este cultivo innovador.

Hoy en día, 'Nuevo Amanecer' tiene su propia planta extractora de aceite crudo de palma aceitera, producto de la inversión hecha con el apoyo del Programa de Compensaciones para la Competitividad (AgroIdeas) del Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri).

"El impacto social del proyecto no solo dinamizará el sector palmicultor en la zona, sino la economía local, permitiendo la generación de empleo directo e indirecto, lo que elevará los ingresos de los pobladores", señaló Marco Vinelli, jefe de AgroIdeas.

Por otro lado, en cuanto a las repercusiones ecológicas, distintas ONGs ambientalistas mantienen una rotunda oposición con la producción de palmas aceiteras. Las organizaciones referidas denuncian que las plantaciones destruyen los bosques. En esa línea, el escenario descrito provoca enormes cantidades de emisiones de CO2 a la atmósfera y desplaza a las poblaciones autóctonas, cuya subsistencia depende de los bosques.

Esto fue negado por el ministro de agricultura, Milton Von Hesse, quien mencionó que la palma es un aliado para la reforestación y una alternativa contra el narcotráfico. Del mismo modo, Vinelli sentenció que la actual promoción del desarrollo de una agricultura perenne contribuye a la disminución de la agricultura migratoria, principal causante de los incidentes de deforestación en la Amazonía.

De acuerdo al Minagri, junto al café y el cacao, la palma aceitera surge como alternativa rentable para la sustitución de cultivos de coca e influye en la conquista de nuevos mercados para las agroexportaciones peruanas.