#ElPerúQueQueremos

diego alonso sánchez, Ganador de la viii edición del premio josé watanabe varas de poesía

Diego Alonso Sánchez: "El premio lo entiendo como un homenaje a la familia de mi hijo"

Su libro “Se inicia un camino sin saberlo” resultó ganador del Premio José Watanabe Varas de Poesía 2013

Publicado: 2014-01-18

El jueves 16 de enero último se llevó a cabo la ceremonia de reconocimiento al ganador, por unanimidad, del Premio José Watanabe Varas de Poesía 2013. En esta octava edición, el premio recayó en Diego Alonso Sánchez (Lima, 1981), egresado de la escuela de Literatura de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, quien en la actualidad se desempeña como docente de educación secundaria en el colegio Los Reyes Rojos de Barranco. 

Se trató de una ceremonia íntima pero memorable, esperada más por la familia y amigos del autor que por él mismo, pues, contrariamente a lo que se podría pensar, Diego Alonso se toma las cosas con calma: «La plaza peruana es complicada. No existe la búsqueda de un poeta que deslumbre a temprana edad como quizá sí sucedía en los años 60 u 80. El hecho de que el reconocimiento, si es que se puede hablar de que lo he alcanzado, me llegara ahora es consecuencia de un trabajo de más de diez años. Yo me siento pleno cuando escribo, más allá de lo que suceda con el libro. Ese ya no es un asunto que me preocupe».

En su discurso de agradecimiento Diego Alonso explicó los fuertes lazos que lo unen a la cultura oriental y que tienen su origen en las raíces familiares maternas de su hijo: «En el año 1999, tuve la dicha de conocer a una maravillosa familia nikkei, que me abrió las puertas de su casa e inauguró mi relación con la cultura japonesa en el Perú. A esa casa, la Higa Tamamoto, al poco tiempo llegó mi primogénito, Mitsuya Nicolás, que se ha convertido en el motor principal que me hace caminar sobre este mundo. Este vínculo espiritual con mi hijo y su familia materna, es el que me ha llevado a la literatura japonesa clásica, que ha curtido mi trabajo y ha modelado una buena parte de mi manera de escribir poesía. Mi libro, “Se inicia un camino sin saberlo”, es también efecto de esta causa».

A comienzos del 2000 Diego Alonso formó junto a compañeros de la universidad la agrupación poética Sociedad Elefante. Eran tiempos en que se vivía una efervescencia poética importante, con recitales que convocaban a más de 300 personas y eran, por la cantidad de agrupaciones invitadas, verdaderas maratones de lecturas poéticas de hasta cuatro horas de duración.

Desde entonces la poesía de Diego Alonso ya se había alejado de la retórica exteriorista, que era el discurso hegemónico de la mayoría de esas agrupaciones que tenían como referentes primeros a Hora Zero o Kloaka, y se buscaba entre los versos de José Watanabe, como primer gran referente: «Conocí a Watanabe desde niño, aunque nunca tuve un contacto directo con él sino hasta los 19 o 20 años, cuando, ya estudiaba literatura, y después de haberlo leído, lo busqué para entrevistarlo. Creo que mi acercamiento a Watanabe respondió de alguna manera a mi necesidad de descubrir un poco de la cultura de la que procedía mi hijo por herencia de su madre»; menciona, antes de disculparse porque debe responder una llamada; se trata de su hijo, que acaba de llegar al local de la Asociación Peruano Japonesa para acompañar a su padre en la premiación y le pregunta dónde está. Mitsuya tiene 13 años.

Es casi un cliché decir que los hijos nos cambian la vida, pero en el caso de Diego Alonso esto es totalmente cierto: «Estoy ligado a la colectividad peruano-japonesa por el vínculo familiar que he establecido a través de mi hijo, cuya madre es parte de la colonia japonesa en Perú. Por esa razón el premio lo entiendo como un homenaje a la familia de mi hijo», señala.

En 2009 Diego Alonso publicó Por el pequeño sendero interior de Matsuo Basho, cuidado conjunto que fue bien recibido por la crítica y que intentaba reconstruir la probable historia de la escritura de Sendas de Oku del poeta japonés Matsuo Basho (1644 - 1694): «En el primer libro intento trabajar con la técnica del hai-bun, a la manera de diario de viaje que acaba con una sentencia que puede resultar en un haiku, una waka o un tanka. Ahora, en este nuevo libro, trabajo con el sho-waka, que plantea una técnica más dialogante, por tanto más explosiva y dinámica».

Se inicia un camino sin saberlo, el libro ganador que será publicado en el mes de julio y presentado en la Feria Internacional del Libro de Lima, sigue inscrito dentro de la sensibilidad y filosofía oriental, pero aquí Diego Alonso renuncia a los referentes de la cultura clásica oriental y a las máscaras que usó para replicar la voz de los grandes maestros, para entregarnos una reflexión sobre el día a día del poeta y su proceso creativo; el mismo que está íntimamente ligado a su vida, a la ética que intenta inculcarle a su joven discípulo: «Hablo más de mí en este libro, a diferencia del libro anterior en que más bien impostaba la voz de Matsuo Basho. De alguna manera este libro es una reivindicación de mi oficio como poeta, como padre y maestro, y también como hijo».

En la actualidad Diego Alonso Sánchez se encuentra escribiendo una serie de artículos relacionados a su experiencia con la cultura japonesa y sobre la participación nikkei dentro de la literatura peruana.


Escrito por

Víctor Ruiz Velazco

Autor total


Publicado en

Redacción mulera

Aquí se publican las noticias del equipo de redacción de @lamula, que también se encarga de difundir las mejores notas de la comunidad.