O la inocencia pervertida. Takato Yamamoto nació en la prefectura de Akita (Japón) en 1960. Después de graduarse en el departamento de pintura de la Universidad de Zokei en Tokio, experimentó con el estilo Ukiyo-e, tan arraigado en Japón desde el siglo XVII, y que influyó en la pintura también de Occidente. Él refinó y desarrolló ese estilo para crear su "estética Heisei", según informa una página dedicada al ilustrador. Su primera exposición se celebró en Tokio, en 1998.

Las figuras femeninas no cesan de aparecer en sus ilustraciones. El cuerpo siempre está a merced del placer de otro. Silencio, violencia, deformidad e inocencias sometidas son los temas encarnados en la obra de Yamamoto. La interpelación al observador busca tocar las cuerdas del placer oscuro, extremo y, sin embargo, apaciguante.

Su obra conversa con la de Utamaro, en la figura, en los colores, en el tipo viñeta. También conversa con la estilización modernista de inicios del siglo XX y sus ilustraciones simbolistas. Hay además una proyección sexual en donde la carne visible no es suficiente, donde la línea del trazo puede deformar el cuerpo del ser humano en busca de nuevas figuras que sostengan una poco conocida presencia erótica, y una sofistificación el horror que redunda otra vez en el eros.

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