Ya parecía demasiado raro que la interpelación al ministro de Defensa, Pedro Cateriano, se desarrollará con normalidad, sin gritos, insultos y pedidos de retiro de palabras que hacen de este tipo de sesiones parlamentarias una verdadera maratón ininterrumpida de paupérrimo espectáculo que supone nuestra política nacional. 

El momento álgido llegó en la última de las 41 interrogantes que conformaban el pliego interpelatorio, mediante la cual pedía responder a Cateriano el por qué consideraba que el fujimorismo "le tiene animadversión". El titular de Defensa se limitó a señalar que esa pregunta debían responderla "los ciudadanos".

El primero en saltar a la yugular del interpelado fue el aprista Mauricio Mulder, quien calificó la respuesta como un 'acto de soberbia' y pidió que 'responda lo que quiera, pero que responda a la pregunta'. Y cómo le habrá hecho caso Cateriano que, efectivamente, respondió lo que quiso. Aunque, eso sí, con un derechazo que ningún aprista podría esquivar.

"De Haya De la Torre destaco su honestidad. Murió pobre, en la misma casa de siempre, no se enriqueció. Eso destaco de Haya De La Torre", señaló, provocando al instante el reclamo airado de los apristas y fujimoristas.

Ya cuando nadie entendía qué tenía que ver la pregunta hecha por Fuerza Popular con el motivo de la interpelación, Santiago Gastañadui del oficialismo aclaró que la misma debía estar relacionada al tema de "ascensos militares", haciendo la analogía de que en un proceso judicial la interrogante hubiera sido declarada 'impertinente'.

Abugattás vs 'fujimontesinismo'

Y como un espectáculo de estos en el Congreso no es el mismo sin la sombra que cubrió los noventa la institucionalidad del país, no podía faltar el berrinche al que nos tiene acostumbrados "la primera fuerza opositora" cuando les recuerdan a sus miembros el término 'fujimontesinismo', el mismo que fue utilizado por Daniel Abugattás y que, pese al levantamiento naranja, se negó a retirar. "Si no lo son, no sé por qué se sienten afectados".

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