#ElPerúQueQueremos

Bukowski según Julio Ramón Ribeyro

Ribeyro en su diario "La tentación del fracaso" hace importantes reflexiones sobre el escritor norteamericano.

Publicado: 2014-01-04

Me ha sorprendido saber que Julio Ramón Ribeyro era admirador de Charles Bukowski. En su diario de 1978 anota el 24 de setiembre que entre los autores que lee se encuentra Bukowski, quien le inspira "reflexiones interesantes". Lo compara asimismo con el escritor peruano Alfredo Castellanos, encontrando en ambos una semejanza en lo físico, en el humor y el alcoholismo, por esto afirma: "De haber nacido Alfredo en USA hubiera sido un Bukowski".  

A partir de la lectura de Bukowski llega Ribeyro a conclusiones importantes sobre la escritura. Así, el autor norteamericano le interesaba porque reconocía en él una voz auténtica, una obra que no imitaba otras obras, que no se embebía de erudición sino que simplemente escribía según su propio estilo. De aquí que lo considere una escritor que no imita una tradición literaria sino que buscaba la vida misma.

El 26 de setiembre del año señalado Ribeyro se preguntaba lo siguiente sobre Bukowski: "¿por qué en un país como el nuestro no surgen o son excepcionales los escritores de este tipo?". Su respuesta era que en Perú solo importaba que el escritor sea culto, conozca de técnicas literarias, todo lo cual lo alejaba de la vida. Ribeyro explicaba que en un medio como el peruano se prefería la dependencia al "escribir bien" antes que escribir con las "tripas".

Si bien Ribeyro valoraba la visceralidad de Bukowski por su sinceridad, también reconocía que no podía adherirse a ella. Esto se debía a que Ribeyro no podía comprender una literatura tan hiperrealista, esto es, tan de realismo sucio, pues consideraba que una literatura debe conducir al hombre hacia planos más elevados, más allá de lo vulgar. En este sentido hacía la diferencia entre el ángel y la bestia.

Es importante advertir como esta bestia bukowskiana tiene un efecto muy concreto, muy sensible, de aquí que el 26 de octubre Ribeyro confiese que debido a las lecturas de Bukowski no podía dejar de ver a una mujer como un objeto sexual, llegando a afirmar que la obra de este aspiraba "al desmantelamiento, a la demolición de todo romanticismo sexual".

Lo cierto es que Bukowski busco derruir los estandares culturales, los modos tibios de una vida autómata y configuró un mundo de hombres reales que equidistan de los modelos abstractos que se han impuesto como metas. Bebedores, prostitutas, mendigos, son los personajes que vienen a inquietar o alborotar el discurso de la vida feliz y exitosa.

En este punto no deja de advertirse una fuerte influencia del hombre del subsuelo dostoievskiano, ya que al igual que este Bukowski comprende que la ventaja (en el sentido que lo entiende la sociedad) es siempre a costa de perder los deseos propios y convertirse en un engranaje más. Así, pueda que al seguir su libre albedrío Henry Chinaski sea un fracasado, pero en realidad triunfa en tanto no deja que nadie lo aliene o reprima. Cada anti-héroe bukowskiano está más cerca de una voluntad creativa (ya sea destructiva) que de la pedestre imitación social.

Enlaces relacionados:

El alcohol y los escritores (I)

Bukowski vs. Mickey Mouse

Ribeyro: la escritura sublevante


Escrito por

Christian Elguera

Escritor y corresponsal de literaturas indígenas en Latin American Literature Today


Publicado en

Redacción mulera

Aquí se publican las noticias del equipo de redacción de @lamula, que también se encarga de difundir las mejores notas de la comunidad.