El ejército de Sudán del Sur ha recuperado Malakal, capital de la principal región petrolera el Alto Nilo. Al parecer, la localidad fue tomada anoche por los rebeldes en medio de intensos combates con el objetivo de controlar los yacimientos de crudo. Finalmente las tropas gubernamentales habrían retomado la capital, según señaló a Efe el portavoz de las Fuerzas Armadas de Sudán del Sur, Philip Aguer.

Eso sí, Aguer afirmó que continúan las operaciones para expulsar a los rebeldes leales al exvicepresidente Riak Mashar, acusado del intento de golpe de Estado del pasado 15 de diciembre. Asimismo, aseguró que los yacimientos de crudo están a salvo, lejos de los combates. 

La producción de petróleo depende únicamente de esta región, ya que está suspendida en estado vecino de Unidad, tomado por los rebeldes hace cinco días. El ministro sursudanés del Petróleo, Stephen Dau, afirmó ayer que la producción nacional de crudo ha bajado desde 250,000 a 200,000 barriles diarios, procedentes en su totalidad de la región de Alto Nilo.

Un trágico conflicto

El país africano sufre intensos combates entre el Ejército y una facción de militares sublevados, leales al exvicepresidente Riak Mashar, que ya han dejado miles de fallecidos. Los combates persisten hasta ahora en el estado de Jonglei, limítrofe con Kenia, donde  las tropas gubernamentales retomaron el control de su capital el martes. 

Además, la ONU alerta de que más de 90,000 personas se han visto obligadas a desplazarse huyendo de los enfrentamientos desde el pasado día 15. Más de la mitad de ellos han buscado refugio en las instalaciones de la misión de la ONU en Sudán del Sur, UNMISS, y solo en la capital, Juba, hay más de 20,000 refugiados. En total, la ONU necesita 166 millones de dólares para cubrir las necesidades de los desplazados hasta marzo.

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