Luego de 180 minutos jugados (90' en Cusco y 90' en Lima) cremas y celestes se llevaron un partido cada uno, a la espera de consagrarse en esta tercera final, sin embargo, la igualdad se mantendría hasta en el marcador de este cotejo decisivo. Tras 120' en la altura de Huancayo y un 1-1 que indicaba un choque de fuerzas muy parejas, la definición del campeón nacional tuvo que dejarse a la suerte de la tanda de penales, los cuales marcaron el desequilibrio de una aparente pariedad eterna.

John Galliquio (Universitario), a los 57', y Rolando Bogado (Garcilaso), a los 63', marcaron la diferencia a lo largo del periodo de juego. Y quienes pensaron que la altura y la seguidilla de partidos iba a afectar a los jugadores, se equivocaron. Pues, luego de 30' minutos de tiempo extra (15-15), las facultades físicas aún respondían a puertas de colocar el balón en las redes mediante la vía penal. El único factor en desventaja fue el psicológico.

Garcilaso tuvo para ganarlo, luego que Carranza parara el disparo de Romero. No obstante, a través de los pies de Retamoso, los cusqueños le dijeron 'adiós' a la opción de llevar el primer título a su localidad. Carvallo se agrandó y fue vital en el desenlace de la historia, otorgándole la opción a Duarte para que se convirtiera en el héroe de la jornada y acabara con tanto suspenso.