La estimulación sexual ha sido uno de los ámbitos de la vida humana más explorados y menos entendidos a través de los tiempos. Ya se trate del que se lleva a cabo para uno mismo o del que se realiza en beneficio del o de la acompañante. Prueba de ello son los siguientes objetos, provenientes de distintos rincones del mundo, de distintas culturas. El sexo, diga lo que se diga,  es la base de nuestras sociedades. Para algunos pensadores contemporáneos, la religión, la política y la economía no son más que caretas de la eterna pulsión de deseo que domina a los seres humanos. 

Porno... de hace 35 mil años

Esta sugestiva figurilla sexual de enormes senos, muslos sobresalientes y con la vulva descubierta nos muestra la mentalidad sexual de los antiguos humanos. La pieza fue desenterrada en el sur de Alemania y fueron las pruebas de radiocarbono las que permitieron indicar su fecha de origen.

Consoladores de piedra (hace 23 mil años)

La imagen es contundente por sí misma. Su similitud física con los genitales masculinos ha llevado a pensar a los arqueólogos, quienes descubrieron esta pieza en Alemania, que se trata de un consolador. Con 20 centímetros de largo y 3 de ancho, esta 'herramienta' debió cumplir el rol de algo más que una mera representación simbólica de la fertilidad...

Aceite de oliva, lubricante natural (350 A.C.)

Atenas. Una sociedad que ha sido denominada como la 'cuna de Occidente', no solo ha legado a la humanidad las bases de la democracia o la filosofía. Porque así como supieron estimular al intelecto, también se preocuparon por cumplir con el vientre y el bajo vientre. Así, el aceite de oliva fue la sustancia que les permitió hurgar en aquellos rincones donde el deseo exigía llegar, pero el cuerpo  —o el pudor— no cedía tan fácilmente.

Anillos para el pene (s. XIII)

Con el fin de incrementar no solo la sensación de placer en la penetración, sino también el tiempo de erección, los anillos ideados por los chinos —que debían instalarse en la base del glande— estaban hechos de párpados de cabra, con las pestañas aún intactas.  Solían ser utilizados por la nobleza y les dejaba durar por muchas horas.

Consoladores de madera (s. XV)

Península itálica. La pintura era el arte por excelencia de la época renacentista. Sin embargo, existieron otros nobles oficios que con destreza y rigor ayudaban a aliviar los placeres menos espirituales de la población femenina. Multitudes de mujeres esperaban contar con alguna de estas réplicas entre sus manos y... luego debían utilizar algo de lubricante para continuar con la faena ya iniciada.

Vibrador a vapor (1869)

Inventada por el doctor George Taylor, esta máquina había sido diseñada para tratar la 'histeria femenina'. Y es que en medio de la época victoriana, en Reino Unido, síntomas como desfallecimientos, insomnio, irritabilidad, fuertes dolores de cabeza y pérdida de apetito, entre otros, podían ser resueltos con un agradable 'masaje pélvico'. El doctor solo tenía que estimular manualmente a la mujer hasta hacerle llegar al orgasmo. La máquina fue muy útil para evitarle esos trances a los impúdicos o para valerse de ella cuando el doctor no estaba disponible.

Dilatador rectal (1892)

Aunque proyectado para ayudar a curar las hemorroides, el instrumento de cuatro pulgadas y media que Frank E. Young desarrolló con visión medicinal terminó sirviendo para algo más. Durante casi medio siglo más se siguió vendiendo, a ambos lados del Atlántico. Solo podía ser vendido si se tenía una prescripción médica. Sí, claro.

Muñeca inflable (1904)

Las damas comenzaron a ser 'sustituidas' con artilugios de este tipo desde el siglo XVII. En Francia se ideó lo que se denominó como 'Dame de Voyage': una colección de trozos de tela que pretendían imitar los volúmenes de un cuerpo femenino. Pero no fue hasta la invención del caucho vulcanizado que el asunto pareció prosperar. En 1904, el químico Rene Schwaeble fabricó la primera muñeca para 'diversión' de los caballeros. La industria, conforme la tecnología del plástico iba evolucionando, fue haciéndose cada vez más 'realista'.

Vibrador de lujo (1998)

Lo calificaron como el enamorado a pilas (B. O. B., 'battery-operated boyfriend'). En verdad, no hay mucho que contar aquí. 

Vibrador inteligente (2012)

Los smartphones, que gracias a sus miles de aplicaciones se han convertido en los talismanes del siglo XXI, no podían quedar fuera de esta aventura. La aplicación se llama MyVibe, está disponible en Apple y fue ideado por mypleasure.com. Ahora sí se puede decir que los smartphones son todo lo versátiles como los venden.

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