Bukowski vs. Mickey Mouse
¿Por qué el viejo Charles odiaba tanto al ratón de Disney?
Hay muchas cosas que Bukowski odiaba. Se podría hacer un tratado sobre lo que el escritor estadounidense detestaba, desde Dios hasta las personas; pero de pocas veces habló con tanta iracundia como las veces que se refería a Mickey Mouse.
De hecho se trata de dos modos de ver la existencia. El pasado 5 de diciembre se celebró el nacimiento de Walt Disney, el artista del entretenimiento. Y aquí comienzan las diferencias: con Disney nos entretenemos, nos dopamos con fantasía, criaturas felices y coloridas. Con Bukoswki nos enfrentamos a la miseria, nos sumergimos en vacíos y nos topamos con Henry Chinaski, amo y esclavo de las derrotas y las crisis existenciales.
Para mí la rabia de Bukowski se debía a que para él el mundo de Disney adormecía a la gente, la volvía autómatas. Hablaba de que el mundo está sufriendo una especie de "disneyficación": una multiplicación de la felicidad banal, irreal.
Sobretodo le irritaba que la gente adorara a alguien que no tuviera alma. Este es un asunto trascendental: ¿cuántas personas nos vamos quedando sin alma por el entretenimiento más superficial o edulcorante?
A mi entender la búsqueda de Bukowski fue recolocarnos el alma. Un camino nada sencillo y que exige que el escritor se convierta en una especie de chivo expiatorio: él se hunde en lo que pocos se atreven para que el resto pueda sobrevivir o afrontar con más valor las derrotas o caídas. En este sentido el odio de Bukowski se debía a que no podía concebir cómo millones de personas preferían entretenerse superfluamente, dejando de lado el alma o la existencia.
Escrito por
Escritor y corresponsal de literaturas indígenas en Latin American Literature Today
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