No es exagerado señalar que las noticias sobre suicidios en el Perú ya se han vuelto una costumbre común en nuestros medios. No hay mes que no pase sin que se informe algún par de casos, ya sea en Lima o en el interior del país, ya se trate de adultos o menores de edad. La decisión de llegar al suicidio puede tener muchos orígenes, dependiendo de la historia y la experiencia personal de cada una de esas personas. 

El último caso difundido ha sido el del universitario Emilio Egocheaga D’Angelo, quien con tan solo 22 años optó por ahorcarse y terminar así con su vida. El cuerpo del joven fue hallado en una habitación de la casa de su padre en San Borja. La madre había denunciado su desaparición unos días atrás, con la idea de que hubiese podido ser secuestrado camino a su centro de estudios. Algunos compañeros informaron que desde hacía un tiempo se le notaba muy deprimido.

Pero no hay que olvidar que otro suceso que llamó la atención de los medios fue el del menor L.E.U.O. (de 15 años), quien era víctima de bullying tanto en su colegio como en su hogar debido a su opción sexual. El muchacho también decidió colgarse de una viga en su vivienda, en San Martín de Porres. Su muerte ocurrió en julio de este año.

Como podemos ver, ambos tenían rasgos distintos entre sí: edades, nivel socioeconómico, problemas. Sin embargo, ambos creyeron encontrar en la autoeliminación una solución a sus conflictos internos.

La licenciada Elena Tangüis de la Torre, psicóloga y terapeuta cognitiva-conductual, refirió a la Agencia Andina que los suicidios son prevenibles si se identifican sus señales a tiempo.“Existen indicadores como hablar reiteradamente de la muerte o de que ya no se tienen deseos de seguir viviendo”, comentó.

El psiquiatra Aitor Castillo, presidente de la Asociación Psiquiátrica Peruana, declaró al diario El Comercio que el 90% de los casos de suicidios en el Perú tienen relación con una enfermedad mental. “Usualmente, esa enfermedad mental se llama depresión, la más grave es la llamada depresión bipolar. El 15% de personas que la padece muere por suicidio. La otra fatal es la depresión unipolar”. 

Entre los principales síntomas de una depresión son el estado de ánimo disfórico (tristeza, melancolía, irritabilidad) y la frustración en actividades que antes se disfrutaba. Otros son: alteraciones en el sueño, el apetito y el comportamiento; cambios en el lenguaje; aislamiento; disminución de la concentración y memoria; y en algunos casos las ideas y gestos suicidas.

Sin embargo, un aspecto que nunca debe dejarse de lado es el comunicativo. Procurar mantener contacto con la persona, se trate de un adulto o un menor de edad. A veces, unas palabras a tiempo pueden salvar sus vidas.