La madrugada del 14 de noviembre, se allanó la vivienda de Óscar López Meneses y, luego, el Fiscal de la Nación, José Antonio Peláez Bardales, dijo a la prensa que no encontraron nada, solo dos teléfonos celulares y un betamax. "No hay nada referido con interceptaciones telefónicas", declaró a RPP. En este sentido, queda la interrogante: ¿Qué protegían, entonces, los policías? ¿A quien o a qué le daban "seguridad"?

Aquello que se esté escondiendo en la casa de Óscar López Meneses debe valer mucho como para justificar la salida de Wilfredo Pedraza del ministerio del Interior y de altos mandos policiales provocando una crisis en el gobierno. Al respecto, se han postulado varias explicaciones.

Las hipótesis de la Fiscalía plantean que esta casa habría servido para esconder a Vladimiro Montesinos. Se sospecha que ese local fue lugar de reuniones secretas con el exasesor presidencial de Fujimori. Para ello, Montesinos habría tenido que ser trasladado de su prisión de la Base Naval para "resolver alguna complicación" del gobierno de Humala.

Por otro lado, la hipótesis señalada por el Presidente de la República, Ollanta Humala es la siguiente: el exoperador montesinista Óscar López Meneses habría corrompido a miembros de la Policía para que le brinden seguridad con el objetivo de aparentar poder. 

"[...] tenemos gente de todo calibre que puede solicitar por lo bajo este tipo de resguardo policial y eso es lo que tenemos que investigar, en este caso vemos a un sujeto que vive, hasta el momento nadie sabe de qué vive, pero lo que tenemos que ver el tráfico de influencia, entonces si va a traficar influencias necesita pues una cobertura que aparente que tiene poder", dijo a RPP Noticias.

Esta explicación del mandatario daría a entender que hay una red de corrupción en la Policía que vende sus servicios de seguridad a particulares. El problema es que no es cualquier persona la que lo pide, sino una persona vinculada a Montesinos y que se le ha visto en ceremonias oficiales de la Policía. Además, tampoco aclara porque se afirma que, de manera oficial, la seguridad era para la casa del almirante José Cueto, quien parece ser intocable.

La tercera explicación a esta interrogante es la que da el principal implicado. Según López Meneses, el no pidió seguridad a la Policía, sino que se le estaba dando resguardo al hijo del Presidente, Samín, ya que su guardería se ubica en la misma zona.

"En realidad, los patrulleros no están en mi domicilio, están en los alrededores. En la puerta no hay ningún policía. ¿Por qué? Eso habría que preguntárselo a la autoridad, yo no manejo a la Policía (...) a unas cuadras de mi casa estudia el hijo del presidente de la República. Hay muchos vehículos", dijo en entrevista al programa Cuarto Poder.

Por último, la cuarta hipótesis es la que juega con la conspiración. La seguridad policial se debería a que al interior de la casa del exoperador montesinista estaría funcionando un centro de chuponeo desde donde se intervienen las líneas telefónicas de los líderes de opinión y políticos. Esta hipótesis ha sido sostenida por el exministro del Interior, Fernando Rospigliosi. 

“¿Para qué llaman a López Meneses? ¿Por qué se vincula a López Meneses con el Gobierno? Para que haga lo mismo que hizo en la época de Montesinos y Saucedo: participar en el espionaje. Insisto en lo que he dicho hace tiempo, el problema del Ministerio del Interior y la Policía es que Humala por medio de Villafuerte utiliza a estas instituciones para sus fines”, dijo a Canal N.

Esta afirmación se relaciona con anteriores versiones de Rospigliosi acerca del supuesto espionaje en el gobierno de Humala. En junio, el exministro afirmó que durante esta gestión se habían comprado, por lo menos, 4 equipos de "chuponeo".

Las diversas explicaciones que se han dado respecto al resguardo policial a la casa de López Meneses no son convincentes. Lo dicho por el Presidente no aclara los motivos por los que un personaje tan oscuro como este exoperador montesinista recibía seguridad por parte de la Policía.

De haber sido cierto que fue un caso de corrupción, esto no explica por qué nadie se dio cuenta que se trataba de una persona vinculada al montesinismo. Además, la presencia de López Meneses en ceremonias oficiales de la Policía, así como en reuniones con altos mandos de las Fuerzas Armadas revelan otro tipo de vínculos. Le toca al gobierno de Humala dar una buena explicación a este caso.