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"El último año de la gestión requiere que no improvisemos"

Marité Bustamante, regidora accesitaria de la Municipalidad de Lima, comenta en esta entrevista sus propuestas y la importancia de que funcionarios con experiencia permanezcan en el cargo durante el último año de la actual gestión. A su corta edad, considera que si no se incorporan a jóvenes a la política, los partidos van a morir con sus dirigentes.

Publicado: 2013-11-18

El próximo 24 de noviembre se llevará a cabo nuevas elecciones para reemplazar a los 22 regidores que fueron revocados en la consulta popular del pasado 17 de marzo, un proceso que demandará un gasto aproximado de 100 millones de soles.  

Las siete organizaciones políticas que buscarán reemplazar a los accesitarios son Tierra y Dignidad, el Partido Popular Cristiano (PPC), el Partido Humanista Peruano, Siempre Unidos, Perú Posible, Acción Popular y Somos Perú. De estos, el primer partido, encabezado por la actual regidora accesitaria Marité Bustamante, intentará reforzar la bancada de Fuerza Social, ya que tras la revocatoria, el oficialismo quedó solo con 18 regidores que deberán abandonar su cargo desde el 24 de noviembre.

Con solo 25 años, Marité Bustamante buscará su permanencia en el cargo por lo que queda de la actual gestión. Actualmente combina sus funciones como regidora accesitaria con sus últimos ciclos de la carrera de Ciencias Políticas, en la Universidad San Marcos, y Derecho en la Universidad Católica.

En esta entrevista comenta su pronta incursión en la política y analiza el interés de los jóvenes por involucrarse en esta actividad. Además hace un balance sobre la actual crisis partidaria y sobre los grandes retos que tiene una ciuda tan compleja como Lima. Sobre este último punto destaca que, de quedarse en el cargo, buscará que se concrete el programa de vivienda popular.


Con solo 25 años, ¿cuál es tu experiencia en política?
La política es un tema que siempre se ha discutido en mi familia, sobre todo del lado de mi papá que fue desde muy joven militante de izquierda, en ese momento de Patria Roja y luego se incorpora al Frente de Izquierda Unida, y aunque dejó de militar en los 80's, el debate político siempre ha estado presente en mi casa.
¿Cómo empieza tu vida política?
Mi vida política ha transitado básicamente en el espacio partidario del Movimiento Nueva Izquierda, como un espacio alternativo que propone alternativas al modelo neoliberal, y a la par en el movimiento estudiantil como secretaria del centro federado en San Marcos. Luego fui elegida en el Movimiento Nueva Izquierda como candidata del movimiento en la Confluencia por Lima y acompañé en el año 2010 a la alcaldesa Susana Villarán como candidata a regidora.
¿Cómo notas el ingreso de los jóvenes a la política? ¿Hay interés o se ven afectados por la crisis de los partidos políticos?
Un funcionario de la Escuela de Gobierno del Jurado Nacional de Elecciones me dijo que solamente el 2% de los jóvenes está interesado o está involucrado directamente en los partidos políticos. Creo que la razón por la que los jóvenes no participan en política las puedes encontrar dentro del propio funcionamiento de los partidos, en relación a que no han implementado mecanismos de renovación, pero también en cómo ha repercutido la implementación de un programa neoliberal en una sociedad en la que los valores que imperan son los del individuo y no los del colectivo.
¿Cómo es tu vida en la política actual? ¿Una persona tan joven como tú se siente respaldada o minimizada dentro de la política?


Creo que ser joven y estar en política representando a la juventud de Lima es complejo porque es una juventud que aún no logra identificarse con un proyecto político. Entonces te generas una paradoja porque eres un joven que entra a la política con la aspiración de renovar las prácticas políticas, pero a la vez la juventud desconfía de todo lo que está dentro del espectro político, por tanto tú también estás en ese saco de la desconfianza y es un reto lograr convencer a tus pares –por lo menos en términos de edad- de que la política se puede cambiar desde adentro. Si nosotros estamos cansados de políticos corruptos, mentirosos, pragmáticos, individualistas, lo que tenemos que hacer es tomar el espacio político.

Dentro del espacio político, sí he encontrado esta fácil asimilación a juventud-inexperiencia, juventud-ignorancia, juventud-emotividad. Es decir, 'eres un joven y quiere cambiar las cosas, pero no sabes cómo'. Eso es absolutamente falso. La juventud no es garantía ni de honestidad, ni de competencia, tampoco creo que hay que glorificar la juventud como lo que va a salvar al mundo y a la política, pero creo que sí es importante que los políticos y los partidos políticos piensen formas para hacer que los jóvenes participen porque ese es la continuidad de un debate democrático. Si no se incorporan a jóvenes a los partidos, los partidos van a morir con sus dirigentes y va a morir también el debate sobre lo público y sobre lo que la sociedad requiere.

¿Cómo combates los argumentos en tu contra por la falta de experiencia y cómo afecta en esto la falta de renovación de la política peruana?
Para mí ha sido un reto entrar a ser regidora. La combato con mucha disciplina, conociendo los asuntos públicos, con un compromiso de trabajo con la comunidad y conocer lo que requiere gobernar una ciudad como Lima. Lo primero que tiene que hacer un joven que quiere involucrarse en la política es saber que tiene que conocer el Estado, las demandas de la sociedad y saber que gobernar para la ciudad significa darle una planificación a largo plazo. El reto es hacer que las demandas sociales se vuelvan políticas públicas viables: si tú logras hacer que la demanda por el agua, por la vivienda, por el transporte se vuelva un programa político, y a su vez un proyecto técnico viable, estás haciendo política desde el Estado.
¿Qué errores ves en la política tradicional peruana?
Lo que he visto en Lima es que los partidos políticos no han reflexionado sobre lo que quieren una vez que llegan al gobierno. No están pensando en el país ni en la ciudad y por tanto no tienen un proyecto a largo plazo, no se sienten involucrados con un proyecto de país o de ciudad, y en ese sentido reducen la política a las disputas interpartidarias, cuando la política debería ser la discusión de lo público. Se ha asentado en el sentido común, y los partidos políticos la reafirman con su práctica, que la política es la inmediatez: cuántos muros y escaleras se construyen, cuántos buses hay en la calle. Eso es parte de la política pero es el último escalón, lo primer es saber cómo logramos una ciudad sostenible. El error de los partidos es que no planifican en la ciudad ni en el desarrollo del país. Lo segundo es que muchos creen que la política es el espacio en el cual van a asalariarse de por vida. Además se ha cotidianizado la idea de que en la política hay mentiras que son justificables, entonces, frente a la no argumentación, aducen mentiras o discusiones personales. Tenemos que comenzar a despersonificar la política, a dejar que la política sea la gestión de lo inmediato y comenzar a pensar en la sociedad.
¿Cuáles son los principales problemas de una ciudad como Lima?
Hay un problema que atraviesa distintas expresiones de la vida diaria de los limeños y esa es la informalidad. Los años 90 y la implementación del programa neoliberal le han pasado factura a esta ciudad. El neoliberalismo se expresa en la desregularización del transporte público. El abandono del Estado de un servicio tan fundamental como el comercio de perecibles en la ciudad ha hecho que se generen dinámicas hasta delictivas y que el comercio crezca sin regulación del Estado. Otro problema son las invasiones en Lima, la lucha por el suelo. Ha habido una expansión urbana que ha estado dinamizada por las invasiones y no por el Estado. Entonces la informalidad que se expresa en lo urbano, en el transporte, en el comercio, ha traído una ciudad caótica y desordenada y el gran reto es precisamente comenzar a regular estas dinámicas de crecimiento, no detenerlo, porque esta ciudad ha crecido y sigue creciendo, pero ese crecimiento tiene que encausarse para que sea planificado y no ponga en riesgo la sostenibilidad de la ciudad y la de las generaciones que vienen.
¿Cómo se hace para que estas reformas tan profundas de largo plazo se vuelvan políticas públicas que trasciendan a la actual gestión municipal?
El primer intento es el Acuerdo por Lima, es decir, comprometer a la mayoría de partidos políticos con estas reformas. Este acuerdo busca crear una legitimación política de las reformas y busca que los partidos sientan que estas reformas no son de Susana Villarán, sino de la ciudad de Lima. No es sencillo por los problemas que tienen los partidos políticos, pero aquí tiene que entrar otro actor fundamental que es la ciudadanía organizada; es decir, que los transportistas le digan al alcalde que venga 'esta es la reforma y yo quiero que continúe', que los comerciantes mayoristas le digan 'yo no quiero regresar a La Parada'. Creo que el gran reto en el que nosotros nos hemos embarcado como Municipalidad Metropolitana es crear ciudadanía y que ya no se sienta como un demandante de servicios, sino que sea un actor que genere esos servicios y que los conozca.
¿Cuánto podría verse afectada la Municipalidad de Lima tras las elecciones de este 24 de noviembre?
Evidentemente hay incertidumbre. Aunque ganásemos la elección, no vamos a recuperar la mayoría y entonces eso nos pone un gran reto: de consensos con otras fuerzas políticas, pero también de fortalecimiento de nuestros lazos con los ciudadanos para que sean ellos quienes defiendan las reformas. Tenemos que hacer que el Acuerdo por Lima, que es un espacio en el que se encuentran todos los partidos que hoy postulan a las elecciones de regidores, sea un espacio vivo, que comprometa a los partidos con estas reformas. Ese va a ser el llamado que vamos a hacer permanentemente desde la gestión y desde los regidores que nos quedemos: el llamado a ser consecuente con tu compromiso, con las reformas, con el Acuerdo por Lima y con darle a la ciudad el orden que tanto exigen los ciudadanos.
¿Cuáles son tus planes y propuestas de quedarte como regidora en la Municipalidad?
Lo primero es garantizar, desde el espacio que nos dé la ciudadanía en el Concejo, la gobernabilidad, lanzando puentes con las otras fuerzas políticas, y en concreto para continuar con las reformas que hemos iniciado, pero en particular iniciar una reforma, que creo que es fundamental para la ciudadanía, que es la de la vivienda popular. Esta ciudad tiene un déficit de 400 mil familias sin vivienda propia y sin vivienda digna, es una ciudad que ha crecido desbordándose y que requiere que el Estado piense dónde van a vivir sus ciudadanos y en qué condiciones. Esta gestión generó el año pasado la ordenanza de vivienda popular que permite que la Municipalidad sea un actor de generación de vivienda y esa es una tarea pendiente en la que yo me quiero involucrar; es decir, garantizar que en el último año se sienten las bases, ya no solamente legales que las tenemos, sino presupuestarias para que iniciemos nuestro primer programa de vivienda popular.
¿Y cuando acabe esta gestión piensas volver a postular al cargo de regidor o tu candidatura se debe únicamente a esta coyuntura especial?
La razón por la que yo postulé es que creo que la ciudad merece regidores con experiencia y que el último año de la gestión, donde se ponen en juego las reformas, requiere que no improvisemos. Entonces creo que la experiencia que he ganado en estos ocho meses debo darla al Concejo y a la ciudad de Lima el último año en agradecimiento a toda la confianza que se ha desplegado desde los distintos actores de la reforma a nuestra gestión. No he pensado en la idea de la reelección ciertamente porque quiero concluir con mis obligaciones académicas y profesionales y quiero, desde mi espacio personal, contribuir a un proyecto político. Dejar de ser autoridad no significa dejar de militar, yo voy a seguir militando en la Confluencia por Lima y en este proyecto para construir una Lima para todos, pero desde otro espacio, no necesariamente desde un cargo público, por lo menos en el 2014.

Escrito por

Ego Agurto

Historiador del minuto.


Publicado en

Redacción mulera

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