Los dirigentes turcos inauguraron este martes un túnel ferroviario bajo el estrecho del Bósforo que une Asia con Europa, un proyecto bautizado como "la obra del siglo". Prometen que conectará ambos continentes en cuatro minutos.

El túnel subterráneo ha sido uno de los proyectos más promovidos por el primer ministro de Turquía, Recel Tayyip Erdogan. No solo por la magnitud de la obra, sino porque cristaliza una idea que había sido concebida a mediados del siglo XIX, en 1860, cuando el gobierno estaba en manos de Abdülmecit I, sultán otomano. 

Y es que el estrecho del Bósforo siempre ha significado una barrera para las comunicaciones entre uno y otro lado de la ciudad. 

Hasta ahora los pobladores solo lo podía atravesar valiéndose de barcos o puentes. Pero los viajes en barco toman mucho tiempo y los puentes se ubican a cientos de kilómetros del exacto emplazamiento de Estambul.

Además de aspectos técnicos y distancias, la construcción del túnel ha debido superar otro gran escollo, considerando el lugar que ocupa. Estambul es una ciudad histórica. 

Entre las culturas más sobresalientes que la han ocupado están los romanos, los bizantinos y los otomanos. Sucede que la excavación de más de 60 metros bajo tierra tuvo que ser interrumpida cuando se encontraron vestigios de la época bizantina.

El gobierno turco espera que la inauguración de esta nueva ruta incremente favorablemente el intercambio comercial entre Europa y Asia. Asimismo, que el ferrocarril que atravesará el túnel ayude a transportar unas 75.000 personas cada hora en ambas direcciones.

El proyecto ha sido bautizado Marmaray: una combinación del nombre del vecino mar de Mármara y de la palabra "ray" que en turco significa ferrocarril. 

El costo del proyecto ha sido de US$4.000 millones, de los cuales Japón ha invertido US$1.000 millones. La participación japonesa ha permitido que se desarrolle el túnel de tal modo que pueda resistir un terremoto de magnitud de 7,5.

Estambul es una de las ciudades más grandes del mundo, con unos 16 millones de habitantes, y se dice que unos dos millones atraviesan cada día el estrecho a través de dos puentes, lo cual causa severas congestiones de tráfico.