Monsanto perdió un juicio ante campesinos de Brasil
La transnacional de transgénicos imponía condiciones abusivas a los agricultores que compraban semillas de soja.
La organización campesina de Brasil, Unión Rural Sinop, ha logrado derrotar a la transnacional Monsanto en los tribunales obligándola a no imponer condiciones a los agricultores compradores de semillas de soja transgénica Intacta RR2, como venía ocurriendo anteriormente.
El fallo judicial fue dictado el pasado sábado en el estado brasileño de Mato Grosso. En la sentencia, se ordena que cada vez que la compañía incumpla con el mandato judicial, deberá pagar una multa de 400 mil dólares.
Monsanto se estuvo aprovechando de su condición de único proveedor de Intacta RR2 para obligar a los granjeros a "cumplir unas cláusulas que son excesivas e ilegales". Los agricultores compran este producto porque necesitan protección para sus cultivos que se vienen afectando por la plaga de orugas y les provoca graves pérdidas de cosecha.
Anteriormente, cuando los campesinos compraban las semillas firmaban un contrato que no ofrecía garantía alguna del aumento de la cosecha, pero incluía el pago de regalías por parte del agricultor. Además, los campesinos aceptaban "el derecho de propiedad intelectual sobre las tecnologías agrícolas". De esta manera, el agricultor no podía enfrentarse a la compañía.
Por su parte, Monsanto podía ingresar a las propiedades de los campesinos cuando lo considere necesario. Además, tenía el beneficio de subir las tasas de regalías o confiscar una parte de la cosecha.
El 15 de octubre, cerca de 2 mil campesinos y campesinas del Nordeste de Brasil, organizados en el Movimiento de los Pequeños Agricultores (MPA), ocuparon la Unidad de Investigación N° 36 de Monsanto con el objetivo de denunciar los impactos sociales y ambientales que ha traído la empresa. Ellos afirman que la modificación genética de las semillas y la producción de agro-tóxicos causan daños irreversibles al medio ambiente y la salud humana.
En agosto de 2012, Monsanto recibió multas por trampa. En ese entonces, un tribunal de Brasil le ordenó a la transnacional pagar 250 mil dólares por haber utilizado publicidad engañosa al promocionar soja transgénica.
Con información de TeleSUR, Actualidad RT y Vía Campesina.
Escrito por
Periodista con especialización en Gobierno y Políticas de Salud (PUCP), miembro de la Red Labora y especializado en temas de cannabis.
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