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Celso de Mello / efe

Supremo brasileño decide si se reabre el "juicio del siglo"

Se juzga si el partido de Lula habría pagado ilegalmente a legisladores de otras formaciones a cambio de apoyo en el Congreso.

Publicado: 2013-09-17

Está en manos del juez. Mañana se decide si se aceptan o no unas apelaciones que pudieran reabrir las causas del conocido "juicio del siglo" en Brasil. Así, el Supremo Tribunal Federal (STF) brasileño, en manos del magistrado Celso de Mello, se pronunciará el miércoles y romperá el empate en relación a las apelaciones, hasta ahora rechazadas por cinco magistrados y aceptadas por otros cinco. 

Si el juez las niega, el Supremo iniciará entonces el trámite para la ejecución de las penas, pero si las acepta, al menos once de los 25 condenados tendrán derecho a un nuevo proceso, que supondría reabrir el juicio para esos casos que prolongarían el caso hasta 2015 o incluso el 2016. 

Hay mucho en juego. Según consideró probado la corte, existiría un supuesto esquema secreto de compra de votos en el gobierno del expresidente Inácio Lula da Silva, que está libre de cargos. Se trata de uno de los mayores escándalos de presunta corrupción en Brasil que se remonta al 2005 cuando el Partido de los Trabajadores (PT) -fundado por Lula y al que pertenece la actual presidenta Dilma Rousseff-, habría pagado ilegalmente a legisladores de cuatro partidos aliados, a cambio de apoyo en el Congreso tras asumir el poder en 2003. Es más, se habrían desviado millones de dólares de presupuestos de publicidad y de empresas manejadas por el Estado. 

Entre los acusados responsables de esos ilícitos: exministros, exdiputados de partidos de la coalición que apoyó a Lula en su primer mandato, antiguos dirigentes bancarios y empresarios. Sin embargo, destaca la presencia en el banquillo del exministro de la Presidencia de Lula, José Dirceu, y el extesorero y el expresidente del PT, Delúbio Soares y José Genoino respectivamente. "Las personas juzgadas son muy simbólicas para el partido", explicó Cristiano Noronha, analista político de la consultora Arko Advice.

En total, los 25 condenados fueron declarados culpables de varios delitos y las penas totales llegaron a casi 280 años de prisión. Sin embargo, según cinco de los jueces, en aquellos delitos en los que fueron condenados a pesar de que al menos cuatro de los once magistrados se pronunciaron por su inocencia, las normas de la corte establecen que se deberá iniciar un nuevo juicio. 

La semana pasada, Celso de Mello dio a entender que se pronunciará a favor de recibir nuevas apelaciones. De ser así, expertos en asuntos judiciales sostienen que la corte podría reducir las penas de algunos de los condenados que sean juzgados otra vez, aunque no creen que sea posible la absolución. 

Carlos Pereira afirma que la imagen de Lula puede verse salpicada aunque el expresidente esté fuera del banquillo en caso de que sus viejos colaboradores sean finalmente sentenciados. "Si el PT es condenado, va a ser una mácula en su gobierno y puede hasta tener un impacto malo en la pretensión (de Lula) de volver eventualmente como candidato", dijo Noronha. 

Lula siempre negó conocer el esquema de compra de votos bajo su gobierno. Cuando surgió el escándalo, dijo sentirse "traicionado" y que el PT debía "pedir disculpas". Posteriormente, tras su reelección, aludió al caso como una "farsa" contra su gobierno. Ahora, ¿cómo afectará a su sucesora Dilma el veredicto final?

Con información de Efe, Reuters, CNN


Escrito por

Tamara Lasheras

Politóloga, amante de la música y el buen vino. Buscando formas distintas pero posibles de hacer las cosas.


Publicado en

Redacción mulera

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