Su verdadero nombre era Farrokh Bulsara y nació en Tanzania. A los 13 años luego de llegar con su familia a Londres y probar con distintas bandas, decidió ponerse Freddie Mercury (el nombre histórico).

En esta oportunidad, no quiero hacer el típico efemérides por el día de su nacimiento sino quiero escribir sobre uno de los temas más polémicos que rodeaba a este excelente cantante: el lado amoroso.

Como mucha gente sabe, la bisexualidad y promiscuidad que practicaba Mercury fue punto de gran escándalo por parte de la prensa londinensa e internacional ya que sus singulares y estrambóticas fiestas dejaban mucho que desear.

Sin embargo, no muchos saben sobre los dos verdaderos amores de Freddie. 

Mary Austin, calificada como "el amor de toda su vida", fue compañera del cantante por casi 6 años. Una jovencita seguidora de la moda y fiel con Freddie hasta en los últimos días.

Jim Hutton, "último gran amor de Freddie", se desempeñaba como barbero y conoció a Mercury en un bar gay londinense. Desde ahí, supieron que iban a ser amantes para siempre. Pese a este gran amor, muchos simpatizantes de la banda Queen culparon a Hutton de haber sido él quien contagió a Freddie del virus de VIH. Sin embargo, eso nunca se confirmó ya que la vida extremadamente promiscua del cantante lo llevó a tener relaciones sexuales con gran cantidad de personas. Incluso se dice que fue en Nueva York donde lo contagiaron. Pero nunca se supo la verdad.

Cabe destacar que si bien es cierto Bulsara es conocido por sus escándalos sexuales, sufrió mucho por amor. Solo hay que darse cuenta de las profundas letras (escritas por él) de dos canciones: It's a hard life y Somebody to love.

It's a hard life: "Esta es una situación dura, solo me tengo a mí mismo, es evidente, le puede pasar a cualquiera. Ganar o perder, es una opción que debes aceptar con amor. Oh sí, me enamoré, pero ahora me dices que se acabó y me estoy muriendo".

Somebody to love: "¿Puede alguien encontrarme alguien a quién amar? Cada mañana que me levanto me muero un poco. Apenas puedo quedarme de pie. Pego una mirada en el espejo y lloro. Señor, ¿qué me está haciendo? Pasé todos mis años creyendo en ti, pero simplemente no obtengo ayuda. ¡Señor! Alguien, alguien. ¿Puede alguien encontrarme alguien a quién amar?"

Estos y muchos temas rodearon a Freddie quien a los 45 años nos dejó.

Sin lugar a duda, un extraordinario cantante, un chico normal pero un poco estrambótico quien, como cualquiera, también sufrió mucho por amor y que en sus líricas plasmaba todo sus sentimientos, miedos y penas.

Hoy, un 5 de setiembre de 1946 nació un grande, nació Freddie y aquí lo recordamos: God save the Queen.

"No seré una estrella de rock. Seré una leyenda".

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