El economista principal del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), Fernando Álvarez, consideró que debe existir una política pública que promueva el desarrollo productivo en Latinoamérica, a través de la mejora de la empleabilidad y de la apuesta por un emprendimiento que ya abunda en la región.

En base a un estudio con data del 2010, Álvarez sostuvo, en entrevista con David Rivera, en el programa "Punto Económico", que existe un "rezago productivo que ha mostrado América Latina, en términos de la productividad agregada". Y esto se debe, según el estudio, a que el emprendimiento no es parte fuerte de una visión integral del desarrollo productivo de un país.

¿Faltan emprendedores en América Latina?

La interpretación de Alvárez del cuadro 1 es que, en el caso de Perú, en el rubro de autoempleados, ese porcentaje representa una "abundancia de emprendimiento", que se define como "una empresa donde solo hay un empleado".

Otro dato que resalta en el estudio de la CAF es que la "brecha salarial" entre una microempresa y un empresa grande con mayor productividad es de +24%, donde se supone a un empleado con cierta formación técnica o profesional. Esta brecha también representa, según puede verse el cuadro, una oportunidad para que una empresa aproveche su potencial de crecimiento, dentro de sus posibilidades.

Por otro lado, Álvarez contó que en otro estudio aparte intentaron comparar a los microempresarios de la región con otros sectores laborales y sus respectivas condiciones; entre ellos: 

- Empleados de mayor calidad

- Asalariados formales

- Asalariados informales

Y lo que concluyeron fue que 25% de ellos se parecían más a los empleados de mayor calidad. Y el 73%, a los asalariados informales.

El giro emprendedor

Para el especialista, lo recomendable es que exista una política pública pro-emprendimiento. Sin embargo, recordó que deben considerarse ciertos factores importantes: el desarrollo de habilidades cognitivas, técnicoproductivas y socioemocionales. Esto permitirá "transitar hacia una situación de empleo productivo", afirmó.

Asimismo, dijo que las formas más explícitas de los gobiernos de América Latina a favor del emprendimiento es "la figura dominante del financiamiento", pese a que a veces existan problemas para financiar.

Es por ello que resaltó la formación del empleado como figura dominante en su visión del emprendimiento productivo y no precario. Porque, sostuvo, las empresas o firmas ven como una "limitación la calidad de la mano obra", de manera que las firmas no crecen si no consiguen trabajadores de calidad.

Esto explica por qué algunos empleados "se refugian en el autoempleo", y en una condición precaria de formación, "pierden sus habilidades empresariales".

También consideró que el apoyo debe guiarse por tres criterios:

+ Que sea "integral".

+ "Vencer el cortoplacismo".

+ "Promover una unión no solamente entre lo público y lo privado, sino entre los diferentes niveles de gobierno", que está vinculado con una visión integral del emprendimiento.

Y a veces el Estado no tiene la capacidad para trabajar según los criterios antes mencionados, sostuvo.

Una política de transformación productiva debería "llevar a los autoempleados a la condición de asalariados", afirmó.