Luego de que fuese aprobada la ley que prohíbe la propaganda homosexual, muchas cosas han pasado en Rusia. Una de ellas es lo que ha ocasionado el artista ruso, Konstantín Altunin, tras haber pintado un cuadro en donde aparecen el presidente ruso Vladimir Putín y su primer ministro, Dimitri Medvédev, semidesnudos, y aparentemente "travestidos".

Y lo que ha sucedido es que el cuadro ha sido requisado, la exposición clausurada -titulada "Gobernantes"- y Altunin ha tenido que huir a Francia. El diputado Vitali Milónov, uno de los artífices de la ley aprobada en junio, que también ha sido instigador del actual escándalo con la obras de Altunin, ha declarado a la radio Eco de Moscú que "hay demasiados chinches y es hora ya de fumigar". Cual aplastador de lo que él considera insectos.

El artista no se ha quedado tranquilo tras esta violenta represión. Altunin se dirigió por escrito a los líderes del G20, que llegarán la próxima semana a San Petersburgo para celebrar su cumbre en esta ciudad: "Espero que puedan hablar personalmente con Putin sobre la censura del arte y pedirle que me devuelva mis cuadros". ¿Pasará?

Otros tres lienzos confiscados, uno en el que aparece el diputado Milónov junto a una bandera con los colores del movimiento gay, un retrato de Kirill, el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa, con el cuerpo lleno de tatuajes, dos de ellos con los rostros de Lenin y Stalin, y otro sobre las "fantasías eróticas" de la diputada Elena Mizúlina, iniciadora también de las recientes leyes homófobas

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Con información de ABC y EFE.