En 1936, el escritor español Federico García Lorca fue fusilado por las fuerzas franquistas. Diez días antes había sido detenido en plena Guerra Civil. ¿Los cargos? Se le acusaba de poeta, librepensador y potencial alterador del "orden social". Su verdugo Ramón Ruiz Alonso lo acusaba de ser “socialista y agente de Moscú”.

En Granada, lugar de su muerte, se llevó a cabo el acto de homenaje, organizado por la Diputación de Granada, bajo el título de "Federico Vive". Sin embargo, la Guardia Civil desplegó efectivos policiales y seguridad privada para hacerse cargo de la manifestaciones de los partidarios republicanos.

Como informa el portal Granada Hoy, "las fuerzas del orden llegaron incluso a 'requisar' un cartelito que sostenían una madre y una hija que decía: "Federico no murió, lo asesinaron". Pero, al final, recordaron que Lorca también era republicano.

"Seguiremos viniendo aquí para conmemorar su adiós forzado, su inútil ejecución para quienes pretendieron apagar su vida (...) Fue inútil insisto, porque como ya he dicho en años anteriores y seguiré diciendo: nadie muere tras la muerte porque siempre vive la memoria y el legado de lo que hemos sido", dijo el presidente de la Diputación, Sebastián Pérez (PP).

García Lorca nació en Granada en 1898 y es considerado uno de los grandes poetas del siglo XX. Fue influido por el manifiesto surrealista de André Breton. En 1929, viajó a Nueva York y encontró la lógica más cruel del capitalismo que lo llevó a escribir "Poeta en Nueva York", un poema de denuncia social. Murió asesinado por el fascismo español, fusilado, en Granada en 1936.