El 11 de marzo de 2012, el Sargento del Ejército de EEUU, Robert Bales, luego de consumir alcohol y acompañado de otros militares, asesinó a 16 ciudadanos afganos, en su mayoría mujeres y niños, de las aldeas Balandi y Alkozai.

"¿Qué le hice de malo al sargento Bales para que matara a mi papá?", dijo Jan, un niño que quedó huérfano luego del "acto de cobardía" que cometió el militar norteamericano.

Bales, quien actualmente tiene 40 años, es acusado de matar de manera "deliberada" y "metódica" a sus víctimas. Este jueves, el militar estadounidense terminó por pedir disculpas por esta matanza. "Perdón no es suficiente, pero lo siento", dijo Bales ante el jurado militar. "Lo que hice fue un acto de cobardía", agregó.

Sin embargo, en la primera primera audiencia realizada el martes en Washington, se escuchó un audio de conversaciones telefónicas entre Bales y su esposa donde, según la Fiscalía, el militar no mostró arrepentimiento.

Anteriormente, en junio, se declaró culpable para evitar la pena de muerte que pedía la Fiscalía militar. Por su parte, el pueblo afgano no considera a Bales como el único responsable de los brutales crímenes en su territorio y afirma que otros militares norteamericanos acompañaron a éste durante los hechos.

Con información de Reuters, HispanTV y La Jornada.