Desarrollar la escritura es un aprendizaje exclusivo a los humanos, que toma largo tiempo. La escritura supone una gran variedad de procesos conectados de manera extremadamente complicada en nuestro cerebro. Cada nuevo adelanto no sólo significa aprender nuevas grafías, sino las relaciones que los pequeños establecen con los sonidos, emociones e ideas correspondientes.

La escritura nos ayuda a entender nuestro entorno. Cualquier cosa que obstaculice este proceso puede resultar al cabo de algunos años en problemas de aprendizaje y hasta de adaptación social en los niños.

Usar el teclado de la computadora y ver el resultado en una pantalla es una experiencia completamente distinta a escribir, a pesar de creer que es eso lo que hacemos. En realidad estamos activando circuitos eletrónicos que producen una señal en la pantalla; no estamos escribiendo en el sentido que se relaciona con el desarrollo de una habilidad clave..

Esta demostrado que, a diferencia del tipeo en el teclado del ordenador, la escritura implica un trabajo mental mucho más complejo no sólo para relacionar la letra o palabra con la imagen resultante. También implica otras destrezas como graduar la presión sobre el papel, cambio de posición de acuerdo al cambio de dirección, ángulo y curvatura en los trazos, ubicación espacial, ritmos, pausas, estilos de letra, composición de relatos, imaginación, etc..

Por eso, la introducción de la computadora en la rutina diaria de los niños puede generar retrasos en su habilidad para escribir si no se regula adecuadamente, sumándose así a otros riesgos más conocidos de adicción a los juegos o aislamiento. Es mucho más fácil tipear una palabra que escribirla, con el riesgo de que el niño pierda todo interés por desarrollar lo segundo. Se debe ser muy cauto frente a recursos y técnicas que pretenden saltar pasos en nuestros hijos, ofreciendo el dominio temprano del tipeo en computadora para niños.

Esta herramienta debe ser siempre referida como lo que es. Un complemento de las tareas en los primeros años de infancia y no una herramienta exclusiva para su desarrollo. Bajo ese mismo enfoque, por ningún motivo se debe aceptar que a los niños se les asignen trabajos diseñados para realizarse exclusivamente con el apoyo de un ordenador, antes de dominar correctamente no sólo la escritura sino otras habilidades básicas como el desarrollo y comprensión de textos.

Finalmente, puedes experimentar la diferencia tú mismo. Elige un texto cualquiera, escríbelo primero en el teclado y luego a mano. Comprobarás que la experiencia y las sensaciones que te generan son totalmente distintas. Manejar esa diferencia puede ser decisivo para el futuro de tu hijo.

Extraído de mikinder.blogspot.com