La caída de los precios de materias primas y el deterioro económico de los grandes mercados mundiales ha afectado el ingreso de varios países de la región. En el Perú, de acuerdo a la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), entre enero y abril de este año la renta derivada de la actividad minera cayó 16.4% en comparación con el mismo período en 2012. Como consecuencia de este decaimiento, la consultora Maxime estimó el crecimiento de la economía peruana de 6% a 5.6%, en tanto que Focus Economics bajó la cifra de 6% a 5.9%.

Si bien el sector minero representa el 56.8% de las exportaciones peruanas en el 2012, cabe preguntarse si el futuro del país está realmente en la actividad minera.

De acuerdo a Carlos Monge, coordinador regional en América Latina para Revenue Watch Institute (RWI), ante la volatilidad del precio de los minerales, la apuesta peruana tendría que ser "diversificar la economía creando condiciones para que otros sectores se dinamicen y genere empleo y renta pública". Ello implica romper con la idea de "Perú país minero" y construir un crecimiento basado en una estrategia económica más inclusiva y más sostenible, orientada a valorar nuestra biodiversidad. 

Así lo sostiene Monge en su columna "Los minerales siguen a la baja", publicada hoy en el diario La Primera. El analista refiere que la formación de precios de los metales se explica por razones de mercado (cambio en la demanda y la oferta que impactan sobre los precios) y cada vez más por razones especulativas (inversionistas que se refugian en el oro en circunstancias de inestabilidad o incertidumbre económica).

RWI es una entidad internacional que a través de investigación y asistencia técnica promueve la gestión responsable de los recursos petrolíferos, gasíferos y minerales, orientada al bien público.