Era de esperar. Tras 27 meses de proceso y 50 audiencias, el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi fue condenado hoy por el Tribunal de Milán a 7 años de prisión y a inhabilitación perpetua para el ejercicio de un cargo público por el caso Ruby, en el que se le juzgaba por abuso de poder e incitación a la prostitución de menores.

Las magistradas Giulia Turri, Orsola De Cristofaro y Carmen D’Elia dictaron una condena para el ex primer ministro superior a los 6 años de prisión que había solicitado la fiscal, Ilda Boccassini.

Así, la Boccassini justificó su solicitud de cárcel para el exjefe del Ejecutivo al asegurar que "no existe duda" de que la joven marroquí Karima El Marough, conocida como Ruby, "había mantenido sexo con Berlusconi y había obtenido beneficios a cambio" cuando aún no había cumplido 18 años. 

El pasado 13 de mayo, durante las seis horas que empleó en su alegato, la fiscal indicó que, durante la noche del 27 al 28 de mayo de 2010, el entonces primer ministro telefoneó desde París a la comisaría central de Milán para que pusieran en libertad a Ruby, que había sido detenida por robo, alegando que era la sobrina del entonces presidente egipcio Hosni Mubarak y su detención podría originar un conflicto diplomático.  Sin embargo, Boccassini indicó que la verdadera razón era evitar que saliera a la luz “el sistema de prostitución organizado en la mansión de Arcore para la satisfacción del placer sexual” del político y magnate.  

Ahora, ¿qué hará Berlusconi? ¿Estará dispuesto a seguir hundiéndose en su infierno judicial mientras el actual primer ministro, Enrico Letta juega el rol de estadista? Según escribe hoy el diario "La Repubblica" Berlusconi reaccionará de dos maneras: con apariciones televisivas en los próximos días en las que intentará demostrar su inocencia, pero también "metiendo presión" al Ejecutivo de coalición del que su partido, el Pueblo de la Libertad, forma parte. 

La sentencia no solo enturbia aún más la polémica carrera de Berlusconi, sino que rodea de dudas la viabilidad del gobierno de coalición que su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL), sostiene con el Partido Democrático (PD) del actual primer ministro, Letta.

Y esto es tan solo el comienzo, tras la sentencia de hoy, Berlusconi  tiene pendiente la resolución del Tribunal Supremo sobre su condena por fraude fiscal en el caso Mediaset a cuatro años de cárcel (que no tendría que cumplir porque se le quedarían en uno) y a cinco de inhabilitación en el ejercicio de cargos públicos que sí tendrá que cumplir. 

Pero además, a finales de mes comenzará la audiencia preliminar del juicio por la supuesta compra en 2007 del senador Sergio De Gregorio para hacer caer al Gobierno de Romano Prodi.

También el ex primer ministro italiano tiene pendiente el juicio en apelación tras la condena a un año de cárcel por violación del secreto de sumario en la instrucción del caso Unipol, al publicar ilegalmente las escuchas telefónicas en el diario "Il Giornale", propiedad de su hermano Paolo.

Con información de Efe, Reuters, El País

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