Debido a los conflictos de tierras, la construcción de hidroeléctricas en la Amazonía y cambios perjudiciales para los derechos de los pueblos nativos, indígenas brasileños de varias etnias protestaron contra el gobierno de Dilma Rousseff bloqueando carreteras y ocupando una sede del Partido de los Trabajadores (PT), de la mandataria.

Cerca de 500 indígenas y campesinos comenzaron una marcha para protestar por la muerte de un indio ocurrida el pasado jueves en un enfrentamiento con la policía en el estado de Mato Grosso do Sul (suroeste), según informaron fuentes del Consejo Indigenista Misionero (CIMI), ente ligado a la Iglesia católica. 

El indio Osiel Gabriel fue asesinado a balazos por la Policía Federal que intentaba desalojar la hacienda Burití en la localidad de Sidrolandia, que ha sido ocupada por los indios, que la reclaman como tierras ancestrales. 

Este lunes, la sede del PT en Curitiba fue ocupada por un grupo de cerca de 30 indígenas de la etnia Kaingang para protestar por los cambios en la ley de delimitación de reservas indígenas. El PT, formación de la actual mandataria y del expresidente Lula da Silva, suspendió sus actividades en dicha sede y aseguró estar "abierto al diálogo".

"La situación es muy triste, por eso decidimos organizarnos y mostrar al Gobierno que aún hay indios en el sur de Brasil", dijo a Efe Deuclides de Paula, de la etnia kaingang, que aseguró que mañana proseguirán los cortes en las carreteras.

Con información de EFE.