José Matos Mar, autor del famoso libro 'Desborde popular', es uno de los antropólogos peruanos que más influencia ha tenido sobre los científicos sociales dentro y fuera del país. Sus investigaciones han traspasado fronteras disciplinarias y han permitido conocer mucho más del Perú. Ayer jueves 30 de mayo, en el marco del congreso internacional LASA (Latin American Studies Association) que se lleva a cabo en Washington, fue premiado por la Sección Perú de LASA. A continuación compartimos el discurso del antropólogo Enrique Mayer.  

El doctor José Matos Mar es uno de los más grandes científicos sociales del Perú. Provinciano migrado a Lima, que tuvo muchos éxitos en esa epopeya, dedicó su vida a investigar cómo elucidar ese proceso convivido por él y millones de personas que se volcaron a la capital del Perú, la conquistaron y la rehicieron a su manera. Nacido en Cora Cora, Ayacucho, estudió antropología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en 1958 y realizó estudios de Postgrado en Universidad de París, Escuela Práctica de Altos Estudios (1953-1954).

Inquieto investigador, promotor, emprendedor de mil y un proyectos, editor de libros, organizador de importantes reuniones internacionales, acucioso urdidor y relacionador de personajes e instituciones académicas nacionales e internacionales, fundador de partidos políticos, asesor de muchos gobiernos, director de varias e importante instituciones nacionales e internacionales, hombre ampliamente premiado y receptor de muchas distinciones, formador de más de una centena de científicos sociales que pasaron por las instituciones que él ha dirigido, forjador de la disciplina de antropología social comprometida con el presente, incesante investigador de la realidad nacional, hábil en la captación de fondos para apoyar el quehacer académico, sagaz miembro de consejos nacionales, latinoamericanos e internacionales de gobernanza y manejo de los asuntos académicos en ciencias sociales, eficiente director de organismos internacionales, capaz consultor internacional y, sobre todo, hombre dotado de un superior olfato para aprovechar oportunidades y priorizarlas; es un memorable personaje que ha influido enormemente en la vida de casi todo estudiante y científico social nacional o internacional que tiene algo que ver con vida social y política del Perú desde la segunda mitad del siglo XX.

Ensayista, prologador y también acucioso entrevistador ha contribuido a la historia oral con historias de vida como la biografía de un afrodescendiente en el valle de Chancay (Erasmo Muñoz, 1974), de migrantes quechuas de la Isla Taquile del lago Titicaca a Lima (Taquile en Lima, 1986) y la autobiografía hablada de Luis E. Valcárcel, distinguido indigenista y etnólogo cusqueño (Memorias, 1981). Matos Mar es también el primer antropólogo peruano que se dedica a la antropología urbana y el primero en llamar la atención sobre el fenómeno de las «barriadas» (así se llamaban originalmente) y su dinamismo, lo que al final de cuentas también le ayudó a forjar el concepto político sociológico del desborde popular. Matos Mar también trabajó el área rural, acercándose a la realidad de la sierra y costa limeña, en los valles de Huarochirí, Mala y Chancay sobre los cuales elaboró estudios monográficos desde la costa hasta las más altas punas hasta generalizar el concepto de microrregión. Trabajó siempre en equipo, en el esfuerzo de capacitar a estudiantes en experiencias significativas de trabajo de campo, dándoles oportunidad para que ellos aportaran sus propias ideas y pudiesen hacer resúmenes con visión global.

Profesor en la universidad de San Marcos, por casi 20 años y director del Departamento de Antropología, le dio un giro importante volcándose fuertemente hacia los estudios contemporáneos, hacia procesos actuales de cambio social, hacia un cuestionamiento del proceso de desarrollo, y apertura a la antropología hacia otras tendencias disciplinarias y latinoamericanas. Matos Mar dirigió el Departamento en sus mejores momentos del siglo XX, en los que hubo una expansión de alumnos, oportunidades para los graduados de ejercer la profesión en organismos estatales y en las universidades nacionales. Los alumnos de Matos Mar se esparcieron por todo el Perú y/o se fueron al exterior becados, convirtiéndose en el primer contingente de la nueva ciencia social peruana.

Su mayor logro fue fundar, organizar, financiar el Instituto de Estudios Peruanos (IEP), la institución de mayor prestigio intelectual y académico del país y --hay que resaltarlo-- de mayor longevidad. Fue creado en 1964 como espacio independiente y plural para la investigación de asuntos peruanos.

Matos Mar fue el gestor y director del IEP por los primeros veinte años. Este instituto fue y sigue siendo LA institución dedicada a investigar y difundir conocimientos sobre el Perú en sus múltiples dimensiones, espacios geográficos y aspectos temporales. Mediante la hábil articulación con académicos nacionales e internacionales que se incorporaron en variadas formas a la labor del IEP, llegó a ser la decana institución de estudios, debate, difusión e interpelación de conocimientos.

Con una combinación de proyectos propios, proyectos asociados con instituciones o intelectuales del extranjero, una ágil política editorial que supo captar los momentos importantes para educar a un público ilustrado, y una práctica de conferencias, mesas redondas, reuniones, discursos clave y discretas reuniones, el IEP fue el centro obligado del trabajo de ciencias sociales en el país. Cabe resaltar también su trabajo en el aspecto lingüístico tanto sobre el quechua como el español y, entre las joyas de sus publicaciones, debe mencionarse la edición bilingüe de Dioses y Hombres de Huarochirí (1966), traducida por José María Arguedas, y los diccionarios al español de las variedades dialectales del quechua. El sello editorial del IEP tiene enorme influencia, respeto y prestigio en el país y el extranjero. Entre los miembros de la Sección Perú de LASA no hay persona que no esté orgullosa de tener un libro editado por el IEP, o espere tenerlo en el futuro.

Podemos recordar que la presidencia del XXXIX Congreso de Americanistas realizado en Lima, en el Colegio de La Merced año de 1971, puso a Matos Mar en la cúspide de su profesión a nivel internacional. El apoteósico evento tuvo la presencia del Presidente de la República, general Juan Velasco Alvarado, y un público internacional de los más prestigiados investigadores y académicos, entre italianos, franceses, alemanes, ingleses, canadienses, norteamericanos, mexicanos y argentinos.

Fabuloso relacionista público, Matos Mar recibió en su instituto a cuanto intelectual, periodista, estudiante, turista o curioso por el Perú pasaba por Lima. Así Francois Bourricaud y Maurice Godelier, de Francia; Eric Hobsbawm, J. Alden Mason, Rosemary Thorp, de Inglaterra; Jürgen Golte y Hermann Trimbórn, de Alemania; Joan Martinez Alier, de España; William Mangin, William F. Whyte y John Murra, de los Estados Unidos; llegaron al IEP firmaron convenios de colaboración, realizaron estudios, publicaron libros y dejaron huella en el Perú. Desde 1998 se traslada a México y fue director del prestigioso Instituto Indigenista Interamericano, organismo especializado de la OEA en asuntos indígenas para todo el Continente.

Continuó la prestigiosa labor de publicaciones del instituto y su revista América Indígena, y lanzó un proyecto de escritura y uso de instrumentos electrónicos en lenguas indígenas poniendo la Internet al alcance de escritores indígenas en sus propias lenguas. Terminado su periodo de director, siguió en México con labores docentes, de consultoría y asesoría en varios organismos antes de retornar al Perú en el 2007, donde sigue activo y visible, en la Universidad Ricardo Palma. A los 91 años lanza su último libro Perú: Estado Desbordado y Sociedad Nacional Emergente (2012).

El Perú de hoy es un lugar muy diferente al que cuando, cual curandero, José empezó a leer las entrañas del cuy peruano para diagnosticar al país sus males. Acertó algunas veces y cada vez que lo hizo, cambió al país y la manera en la que nosotros los peruanos nos vemos y nos entendemos. Por tan larga y fructífera trayectoria el Premio LASA: Sección Perú es ampliamente merecido. 

Felicitaciones doctor Matos Mar.