Religión, la burbuja inmobiliaria, cemento es progreso, ciudad que no es para todos y otros clásicos con los que convivimos se convierten en blanco fácil durante la Noche en Blanco, la performance artística más ambiciosa de Lima que tiene una lugar solo una vez al año, y que se celebrará este sábado 4 de mayo, mes por excelencia del evento, por no perder la costumbre.

Cristina Planas, escultora, censurada y apasionada del concepto de "arte como excusa para pensar", se presenta este año a través de varios montajes. Entre ellos, más de 40 fotografías en una caja de luz, ilusiones en 2D y 3D que transformarán la fachada de la Iglesia Principal, cubículos de esteras que invadirán las calles, y numerosas representaciones religiosas en las que Cristina se paseará como la curadora que siquiera por una noche, su amplio conocimiento y conexión con un sinfín de devociones le da el derecho de "alucinarse".

Sean todos bienvenidos a esta nueva sensibilidad iquiteña que con sabiduría Cristina aportará la siguiente Noche en Blanco. El arte, a fin de cuentas, no es una verdad absoluta; es un pretexto para pensar.

Fuente: Diario Correo Semanal