En medio de la polémica desatada por el interés del Gobierno de adquirir los activos de Repsol en el Perú (grifos, refinería La Pampilla y Solgas) el Ministerio de Energía y Minas (MEM) publicó el Reglamento de la Ley de Fortalecimiento y Modernización de Petroperú, que estaba pendiente desde julio del 2006.

El reglamento, aprobado mediante Decreto Supremo 012-2013-EM publicado el fin de semana, establece que Petroperú podrá desempeñarse en el rubro de hidrocarburos, desde la etapa de exploración hasta la de producción, en todas las fases de la industria y comercio de petróleo, incluyendo sus derivados, petroquímica básica e intermedia y cualquier otra forma de energía.

También establece que Petroperú podrá recibir encargos especiales que hayan sido aprobados mediante decreto supremo refrendados solo por los ministros de Economía y Finanzas y de Energía y Minas y que cuente con el voto aprobatorio del Consejo de Ministros. En estos casos además, se le deberá dar todos los recursos necesarios.

Es precisamente este punto, que especialistas como el ex ministro de Energía y Minas Carlos Herrera Descalzi, consideran allana el camino para que Petroperú adquiera los activos de Repsol.

La norma también establece que Petroperú podrá constituir sucursales las cuales estarán fuera del ámbito del Fondo Nacional de Financiamiento de la Actividad Empresarial del Estado (Fonafe) y de la normativa del Sistema Nacional de Inversión Pública (Snip).

Asimismo, que cuando Petroperú suscriba contratos de asociación, consorcio, joint venture y otras modalidades, éstas se regirán por las disposiciones de la Ley General de Sociedades y por los usos y costumbres generalmente aceptados para estos tipos de participación e integración de negocios.

Otro punto es que el directorio de Petroperú tendrá autonomía administrativa para establecer su estructura organizativa y aprobará los procedimientos para su plan estratégico.

LA POLÉMICA

La intención del Gobierno por los activos de Repsol en el Perú ha generado diversas críticas por las implicancias económicas y políticas. Así, se considera el inicio de la implantación de “La gran transformación”, plan de gobierno de carácter estatista con el que se lanzó Ollanta Humala, y supone consecuentemente el abandono de la moderada “Hoja de ruta” que contó con el respaldo de intelectuales liberales como Mario Vargas Llosa, y que lo llevó al poder.

Además, preocupa el manejo político que se pueda dar al precio de los combustibles tal como ocurre en Venezuela y Argentina, países cuyos gobernantes son de manifiesta simpatía de Humala, en un escenario en donde se habla de una eventual postulación de la primera dama Nadine Heredia a las elecciones presidenciales de 2016.

A eso se suma que tras la venta de los activos de Repsol, el Estado quedaría dueño absoluto del mercado de combustibles, es decir, un monopolio, como advierte la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE).

Tomado de Biznews.pe.