#ElPerúQueQueremos

¿El principio del fin de la industria del automóvil eléctrico?

Publicado: 2013-04-25

Caminando al borde de la quiebra, la empresa estadounidense de carros eléctricos Fisker ya no contesta los teléfonos de sus oficinas. La razón: su fundador ha renunciado y sus trabajadores han sido despedidos. Su elegante modelo de auto deportivo híbrido Karma no se produce desde hace meses. Y es que, la industria del automóvil eléctrico puede ser "eco friendly", pero no parece un negocio tan rentable. No sólo los patrocinadores privados, sino los millones de dólares prestados por el Gobierno norteamericano que dieron vida a la empresa parecen perdidos, tal y como algunos críticos consideraron "se trataba de una inversión inestable desde el principio", indica The New York Times.

Fisker empleó 660.000 dólares en la fabricación de cada una de las 2.500 unidades del Karma (con precio por unidad que ronda los 100.000 dólares) producidos en la fábrica de Velvet Automotive en Finlandia justo antes de detener su producción el año pasado, según un informe de la compañía neoyorquina PrivCo. Además, Fisker, que había recibido de la Administración Obama 529 millones de dólares de los contribuyentes para reabrir unas instalaciones en Delaware que habían sido cerradas por General Motors, empleó este dinero en parte de la producción de su deportivo híbrido.

"Cometieron un error", sentencia el consejero delegado de PrivCo, Sam Hamadeh, refiriéndose a la concesión del citado préstamo por parte del Departamento de Energía estadounidense. "¿Deberían haber tratado de evitarlo antes?" Obviamente, tan pronto como fue evidente que habían comenzado a incumplir" el acuerdo, concluye.

Eso no es todo, Fisker gastó 1.300 millones de dólares, no sólo de dinero público sino también de capital de inversores, para fabricar 2.500 unidades; es decir, habría empleado, según PrivCo, un equivalente a 660.000 dólares en cada uno de los Karmas, lo que representa pérdidas de más de 550.00 dólares por unidad.

La empresa Fisker, con sus problemas y pérdidas, es una clara advertencia del competitivo escenario de los vehículos de combustible alternativo y las ayudas gubernamentales para este tipo de empresas.

A simple vista, Fisker tenía todas las características de llegar a ser un jugador potencial en la emergente industria del automóvil eléctrico. La idea original nació del diseñador de carros danés, Henrik Fisker, que estableció la compañía en el Sur de California bajo experimentados ejecutivos de Ford y otras compañías del automóvil. Su primer producto, el sedán Karma, llamó la atención tanto por su aspecto y como por su precio ( sobre 104,000 dólares), una nueva generación de híbridos enchufables capaz de recorrer unas 50 millas mediante una batería antes de que un motor de gasolina genere electricidad adicional.

Esta situación se está volviendo en contra del gobierno de Obama, que ha recibido criticas desde la oposición por su incesante empeño por impulsar la venta de vehículos eficientes incluso con incentivos públicos, como la ayuda recibida por Fisker.

"El informe de PrivCo plantea más interrogantes sobre las circunstancias que rodearon al apoyo del gobierno a Fisker," planteaba Jim Jordan, republicano que es presidente de la Cámara de Supervisión la semana pasada.

Aun así, no es la primera vez que un fabricante pierde grandes cantidades de dinero en la producción de carros con tecnología eléctrica. Por ejemplo, el año pasado Reuters revelaba que General Motors perdía con cada Chevrolet Volt más de 40.000 euros. Aun así, en ningún caso, las pérdidas del problemático Volt se acercan siquiera a las que causa el Fisker Karma.

Con información de The New York Times, The Atlantic y elEconomista.es


Escrito por

Tamara Lasheras

Politóloga, amante de la música y el buen vino. Buscando formas distintas pero posibles de hacer las cosas.


Publicado en

Redacción mulera

Aquí se publican las noticias del equipo de redacción de @lamula, que también se encarga de difundir las mejores notas de la comunidad.